Mié, 09/11/2019 - 06:00
- Educación
El embarazo en las adolescentes es cada vez mas común. En Panamá, entre 2014 y mayo de este año hubo 58 mil 21 embarazos en niñas y adolescentes, según cifras de control prenatal del Ministerio de Salud (Minsa).
- Laura Bethancourth
- teacherlau2018@gmail.com
- @teacherlaubeth
Sí, han leído bien: el embarazo en la escuela. Lo primero que decimos (incluyendo a profesores) cuando vemos a una adolescente embarazada en la calle, es "¡Qué barbaridad!" "¿Dónde estaban esos padres? “¡Ahora si va a saber que es lo bueno!” ¿Por quá la escuela la acepta en ese estado? "Es un mal ejemplo", entre otras cosas. Nadie es mala influencia para nadie, a menos que uno mismo lo permita.
Ahora bien, les pregunto: ¿Saben la historia detrás del embarazo? Somos buenos jueces, sin antes tomarnos el tiempo de conocer un poquito más el porqué.
El embarazo en las adolescentes es cada vez mas común. En Panamá, entre 2014 y mayo de este año hubo 58 mil 21 embarazos en niñas y adolescentes, según cifras de control prenatal del Ministerio de Salud (Minsa). La cifra no incluye la población que recibió atención en la Caja de Seguro Social ni en clínicas privadas. Un promedio de 29 niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años de edad quedan embarazadas diariamente en el país. Esto es una alta tasa de fecundidad, aunque se ha visto una disminución en los últimos años.
Nos enfocamos tanto en buscar un culpable, cuando en realidad deberíamos estar aportando a la solución.
Claro, es cierto que a estas alturas de la vida ninguna adolescente debería andar por allí embarazada por accidente. Pero, aunque usted no lo crea, muchas, pero muchas, carecen de la información adecuada para que esto suceda. No todas son “sinvergüenzas” como la gente les llama en la calle.
Con esto, no justifico los embazaros no deseados en las adolescentes conscientes. Me refiero a aquellas que fue su “primera vez” y no sabían que eso podía suceder, o incluso en aquellas que viven en áreas lejanas, donde sexo no es un tema que se pueda tocar en casa. Una gran cantidad de ellas experimentan algo que nunca habían vivido y quedan embarazadas, otras sabían lo que hacían, pero no tomaron las medidas preventivas para evitarlo, otras quizás hayan sido víctimas de abuso sexual e incluso engañadas. Quizás papá y mamá no estaban todo el día en casa ya que trabajan para darle todo, o quizás no fueron tan enérgicos ni pensaban que su hija ya era activa sexualmente. No sabemos señores.
Ahora bien, volviendo al tema de la escuela. ¿Por qué las juzgamos en lugar de apoyarlas? Independientemente de la forma en la que se embarazaron, ¿por qué no valoramos, observamos y admiramos que a pesar de, están en el colegio recibiendo educación para salir adelante con su hijo?
Quizás esto sea un tema conflictivo, pero ¿qué ganamos apuntándolas con el dedo, cuando podemos ser esa ayuda? Que estén en la escuela, considero yo, no debe ser un problema. Ellas están intentando superarse. Quien no haya cometido errores en la vida, avíseme para darle un premio.
No es deber del profesor exponer ni ridiculizar a ninguna estudiante por estar embarazada, independientemente de cómo sucedió. Es su deber ser apoyo, aconsejar y buscar las mejores herramientas para que esa joven pueda superarse. Como experiencia personal, tuve a una estudiante en un colegio nocturno quien llevó a su bebé de 8 días de nacido a dar clases. Cuando le pregunté por que había ido a clases, ella me respondió: “No tenía con quién dejarlo, hice todas mis tareas y tenií que venir a aprender, mi hijo necesita un mejor futuro”. Díganme ustedes ¿esa joven no se merece otra oportunidad? ¡Claro que sí!
He conocido de casos en los cuales los padres han obligado a sus hijas a dejar los estudios para “hacerse cargo del niño”, y estas desean seguir estudiando. También de casos en que los padres se hacen cargo del niño sin darle ningún tipo de responsabilidad a la joven. O donde le han quitado a su hijo y las han echado de la casa. ¿Considera usted que estas son las mejores formas de hacerlo?
Bueno, yo no lo veo adecuado, sin embargo:
¿Qué podemos hacer para que los embarazos en las adolescentes no se sigan dando?
Hable con su hija sobre sexo. Claro y directo al grano. Esta generación ya no está para el cuento de la semillita y la cigüeña. No. Sea clara, explique. Que porque a usted nunca le hablaron de sexo, no debe hacerlo. No. ¡Es hora de romper con los tabúes! Eduque a sus hijas sobre las relaciones sexuales. Si a usted le da pena conversar sobre este tema con su hija, entonces busque a alguien de confianza que le pueda explicar. A veces pecamos de inocentes.
En la escuela, ya casi no existe la orientación, todo se lo han dejado a la clase de ciencias. Los orientadores, incluso los psicólogos, son las personas adecuadas para hablar sobre temas de sexo con los estudiantes.
Eduque a su hijo sobre la importancia del 'NO'. ¿Y cómo es esto? Cuando alguien dice: 'NO', significa 'NO'. Con esto me refiero a las violaciones. Tema difícil y fuerte del que nadie quiere hablar, pero es necesario saber.
Hay casos donde los novios son los violadores. Y no solo puede ser el novio, también el papá, el tío, el primo, el abuelo, el vecino, un desconocido... Para decir "ni una menos" hay que dejar de criar a hijos violentos o que no conozcan sobre límites.
Digamos 'SÍ' a la educación sexual en los colegios. Creemos programas de orientación para nuestros jóvenes, en el cual ellos puedan participar. A mayor y mejor educación, hay una menor posibilidad de embarazos no deseados o maternidad temprana.
Recuerden que todo inicia en casa, no dejemos o lancemos a nuestros jóvenes a lo que la calle les puede ofrecer. ¿Por qué hacerlo cuando en casa tenemos todos los recursos?