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Conoce sobre el impacto de la pandemia en el incremento de la vulnerabilidad de la niñez, la pérdida del aprendizaje, el desarrollo profesional continuo de los docentes, y en temas de salud.
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Educativa
- Incremento de la vulnerabilidad
La pandemia ha resultado en un incremento de problemas de salud mental y ansiedad en niños, niñas y jóvenes. Ha interrumpido el acceso en servicios de salud y de nutrición que solían ocurrir de manera presencial en escuelas (como vacunación rutinaria y meriendas escolares). Adicionalmente, la violencia intrafamiliar en Panamá ha incrementado durante la pandemia (Estrella de Panamá, 2021; Sanjur, 2021), con implicaciones socioemocionales y de seguridad para la niñez. UNESCO (2020) y el Banco Interamericano de Desarrollo (Bos et al, 2020) resaltan la importancia de reiniciar programas de alimentación escolar, priorizar la atención a las poblaciones más vulnerables y en riesgo de exclusión escolar, y apoyar a docentes y líderes educativos para atender las nuevas necesidades psicosociales de los estudiantes, resaltando esfuerzos exitosos en países como Nicaragua, Uruguay, India, Somalia y Turquía.
- Pérdida de Aprendizaje
Hay una correlación entre grado de pérdida de los aprendizajes con la duración del cierre físico de escuelas. En Asia, los estudiantes de escuelas que estuvieron cerradas por más tiempo sufrieron pérdidas de aprendizaje de hasta un 55%, mientras que las escuelas que estuvieron cerradas menos tiempo tuvieron pérdidas de solo 8% (UNESCO, 2021).
Las pérdidas en aprendizaje durante COVID-19 no han ocurrido solamente como resultado de cierres de escuelas, sino también por la efectividad baja o parcial del aprendizaje remoto e híbrido (UNESCO, 2021).
- Desarrollo profesional continuo de los docentes (DPC)
Un reciente diagnóstico de necesidades de perfeccionamiento docente de Panamá, llevado a cabo por American University y el Centro de Investigación Educativa (CIEDU) (De León, 2021) reveló la falta de desarrollo profesional continuo (DPC) previo necesario relacionado con la tecnología, incluyendo el uso reciente de plataformas virtuales para brindar capacitación docente en habilidades informáticas básicas, durante la pandemia. Se enfatiza la importancia de aprender cómo enseñar el uso apropiado de la tecnología a sus estudiantes, y se atribuye el DPC relacionado con cómo enseñar en línea como crítico en su capacidad de transición al aprendizaje virtual.
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Salud
- Nuevas variantes del SARS-COV2
En diciembre de 2021, la variante Omicron sobrepasó a la variante Delta en frecuencia de incidencia en Panamá (ICGES, 2022) convirtiéndose en la dominante del país. A pesar de que existe evidencia que sugiere que la variante Omicron es más contagiosa que otras variantes de COVID-19, el esquema de recomendaciones de bioseguridad ya existentes es válido y efectivo.
- Vacunación
La vacunación es la principal estrategia de prevención de salud pública para poner fin a la pandemia de COVID-19. Promover la vacunación en niños y niñas puede ayudar a las escuelas a regresar de manera segura a clases presenciales, así como a las actividades extracurriculares y deportivas (CDC, 2021; ECDC, 2021). Desde el 11 de enero de 2022 se inició vacunación a todos los niños y niñas de 5-11 años. Al 4 de marzo del 2022, se han aplicado 214,286 dosis de la vacuna pediátrica, alcanzando un 35.5% de cobertura en el grupo poblacional (MINSA, 2022). El Ministerio de Salud reporta que 93% de los docentes han recibido vacuna contra COVID-19. El MINSA ha establecido la obligatoriedad de la vacuna para todos los funcionarios públicos (incluyendo docentes), con la alternativa de realizar pruebas semanales en caso de no estar vacunado.
- Medidas de Bioseguridad (Intervenciones no farmacéuticas)
La data muestra que el uso de mascarillas, espacios bien ventilados y la constante higiene de manos (o uso de gel alcoholado) es altamente efectivo en reducir riesgos de transmisión en ambientes escolares (ABC Science Collaborative). La evidencia sugiere que no hay diferencias en transmisión secundaria entre buses escolares que ofrecen distanciamiento y aquellos que sí ofrecen distanciamiento (CDC, 2021).
La CDC (2021) recomienda que las escuelas mantengan al menos 1 metro de distancia entre estudiantes dentro de cada aula para reducir el riesgo de transmisión. Múltiples países han dejado de mantener el distanciamiento en las aulas (Schechter-Perkins et al, 2022), aunque existe todavía limitada documentación de resultados, no se han registrado aumentos de transmisión comunitaria en dichas circunstancias. El Banco Interamericano de Desarrollo estima que dada la densidad en las aulas en la región deberíamos contar con al menos 2.25 metros cuadrados por estudiantes, mientras que el promedio es de 1.6 (Bos et al, 2020). Sin embargo, la mayoría de los países de la región han regresado a clases presenciales con mucha anterioridad a Panamá. Algunos países como China, Rwanda, Ecuador y Dinamarca incluyeron entres sus esfuerzos ante este reto el reclutamiento de voluntarios temporales como docentes con preparación de emergencia para reducir la proporción estudiantes a docentes, la construcción de espacios adicionales, el establecimiento de horarios escalonados donde fuese posible, y el uso de espacios no usualmente utilizados como salones tales como museos y espacios de recreación juvenil (UNESCO, 2020). En los casos en donde no sea posible mantener esta distancia física, es esencial el uso múltiple de estrategias de prevención, entre ellas vacunación, uso de mascarillas, ventilación, constante higiene de manos, y pruebas de COVID 19 rutinarias (CDC, 2021).
Principales metas para los sistemas de salud y educativo
Educativo
1. La recuperación del aprendizaje perdido durante la pandemia, que permita que los niños, niñas y jóvenes puedan continuar con el currículo que corresponde a su edad y nivel educativo.
2. Un sistema escolar flexible y que tenga la capacidad de adaptarse rápidamente a cambios de modalidad, atendiendo los protocolos establecidos.
3. Que las infraestructuras escolares tengan las condiciones mínimas para la presencialidad. (De los 3,102 centros escolares oficiales en el país, hay 2,746 colegios cuyas infraestructuras cuentan con las condiciones para abrir, de acuerdo a Arcia Jaramillo, 2022).
4. Atención priorizada a las necesidades socioemocionales de los estudiantes, y a los estudiantes fuera del sistema escolar y en riesgo de ser excluidos.
Salud
1. Que la comunidad educativa y padres de familia estén educados en medidas de protección de los niños y niñas dentro y fuera del aula de clase.
2. Que los niños, niñas, docentes y escuelas cuenten con los insumos necesarios para un retorno seguro a clases: mascarillas adecuadas, salones ventilados, acceso a vacunación y acceso a agua para lavado de manos, o en su ausencia, gel alcoholado.
3. Que haya decisión amplia por parte de padres de familia de vacunar a sus hijos e hijas, y para lograr pleno acceso a vacunación en la población de 5-11 años.
4. Que exista agilidad en la disponibilidad, aplicación y comunicación transparente de resultados de pruebas para detectar transmisiones escolares.
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