Kiara Sang: mi más grande aprendizaje ha sido convertirme en madre

Kiara decidió dar el paso a los concursos de belleza porque sentía que eran  una plataforma para mostrar la belleza, elegancia y valores de la mujer de otra manera. Aunque no logró obtener ninguna de las coronas, asevera que haber participado en Señorita Panamá 2018, representando a Chiriquí, la ayudó a madurar física y mentalmente. Su alimentación mejoró mucho más y comenzó a seguir un régimen de nutrición y ejericios que la llevaron a sentirse mejor consigo misma.  Mientras que en lo emocional, entendió el valor de la consistencia, la disciplina y el amor propio. “Lo más importante es que comprendí que un título, una corona o clasificación no son sinónimos de tu valor y éxito como ser humano”, comenta Sang.

El inicio de una aventura

Oficialmente, Kiara no tuvo que entregar ninguna corona. “En mi caso sería  la banda, pero la corona del triunfo la llevo en mi corazón y es parte de mi vida”, comenta Miss Chiriquí 2018.

Justo una semana después de la gala final consiguió un trabajo en el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), gracias a una feria de empleo realizada en su universidad, lo que consideró una oportunidad excelente para poner en práctica sus conocimientos en Ingeniería Industrial. Actualmente es la coordinadora del nuevo Programa de Competitividad Industrial que está impulsando el MICI. “Es un trabajo grande que me ha costado, pero lo que me hace permanecer de pie es sentir que estoy haciendo algo bueno por mi país. Por eso sigo en el sector público, aunque a veces sea complicado”, comparte Kiara.

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Le gustaría realizar un MBA en Gestión de Proyecto. Especialmente porque su visión está enfocada en proyectos humanos en organizaciones como las Naciones Unidas o el Banco Interamericano de Desarrollo, donde está segura podrá contribuir al desarrollo del país al poner en práctica lo aprendido en la universidad. Además, como emprendimiento, le gustaría crear un negocio en el sector de la salud física.  

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Pero Kiara está segura que su más grande aprendizaje hasta el momento ha sido convertirse en madre. “Es un constante crecimiento y madurez como mujer. Es la aventura más invaluable que he podido vivir”. Este año también lo ha dedicado a conectarse más con su hija Paula, de seis meses. “Me he enfocado en el tema de la lactancia, alimentación del bebé, la familia y la crianza. Creo que a medida que pase el tiempo me iré comenzando a sentir más confiada y mi instinto maternal fluirá con la práctica”, enfatiza.