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Esfuerzo, emoción y un sueño hecho realidad, así describe Gabriela Mornhinweg su travesía en Myanmar al ser llamada Panamá
- Lucas Navarro
- revistamujer@epasa.com
- garconlucas
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Una visita al pueblo de Las Tablas en 2017 cambió la vida de Gabriela Mornhinweg. Lo que pensaba sería un paseo tranquilo de amigas se convirtió en una oportunidad de cumplir un sueño que tenía desde pequeña: ser llamada Panamá en un reinado internacional de belleza de gran importancia. “Conocí a José Alberto Sosa, en ese momento director del Miss Grand Panamá. No sé que vio en mí, pero me invito al casting y a una reunión… Semanas más tarde me informan que había sido seleccionada para representar a Panamá en Myanmar en el MGI 2018”, cuenta Gabriela.
Su pasión por los reinados de belleza inicia exactamente a los 12 años luego de tomar algunas clases de modelaje. Y aunque de niña pensaba que ser una “miss” simplemente era el físico, con los años comprendió que este mundo es más que fotografías, parejas y zapatos. Actualmente, para Gabriela ser una “miss” es “ser una embajadora de la cultura e historia del país, una mujer empoderada y segura de sí misma. Es ser el modelo a seguir de muchos. Es despojarse del nombre y ser llamada Panamá”.
Una experiencia que cambió su vida
Aunque no obtuvo la clasificación en el cuadro de finalistas, Gabriela se siente satisfecha con el trabajo que hizo porque recibió excelentes comentarios de sus compañeras y el staff del MGI. Su enseñanza más grande fue comprender el valor del trabajo, de la entrega y el sacrificio por lo sueños, todas características que vienen con una corona para representar al país.
“Entendí que los obstáculos más grandes son los que nosotros mismos nos ponemos, y el comprender esto me ha hecho ver todo como ‘un concurso’ de manera más estratégica y organizada. Debo confesar que me siento más confiada para afrontar los retos del día a día”, asevera.
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Confiesa que prepararse para un concurso de este tipo conlleva un entrenamiento integral donde se incluyen aspectos como lo físico, intelectual y emocional. Así como exaltar la imagen personal, el estilo propio, el hablar frente a un público, la oratoria, etc, Gabriela considera que lo primero en lo que uno debe enfocarse es en sí mismo, en la mente.
Su preparación consistió en actividades como ejercicios cuatro veces a la semana, citas en la estética, cambios de look, clases de peinado y maquillaje, clases de pasarela, expresión corporal, oratoria y un fuerte trabajo emocional. “También me tuve que preparar emocionalmente puesto que el trayecto a un concurso internacional es pesado y estas muy expuesto a lo que digan los demás”.
Cuéntame de tu experiencia en el Miss Grand Internal
Estudié muchísimo el concurso y las pasarelas de concursantes anteriores. Para el MGI debes preparar y memorizarte un discurso de “Alto a la Guerra y la Violencia” lo que me tomo tiempo para investigar y ordenar mis ideas. En general es un camino pesado y sacrificado, pero al llegar a Myanmar te das cuenta que todo valió la pena.
Mi experiencia allá fue única. Tuve la oportunidad de convivir con 75 mujeres de todas partes del mundo, conocer sus culturas y además recorrer Myanmar, un país que se robo mi corazón. Una vez allá todo cambia, entiendes que finalmente te enfrentas a aquello por lo que te haz preparado por meses y comienzas a armar tu estrategia. Duermes poco, cada outfit esta completamente planeado con antelación, pasas tu tiempo libre en el gimnasio o practicando. Ahora no tienes a alguien que te supervise las comidas, tú debes estar pendiente de todo y estas completamente sola.
¿Qué hace al MGI diferente a los demás concursos y por qué crees ha logrado posicionarse como uno de los más importantes actualmente?
El MGI es un concurso muy completo, innovan cada año y no temen invertir en su escenografía, vestuario, coreografías y demás. Brindan un show de altura que lo pone a la par del espectáculo del Miss Universe. Por otra parte, buscan a una chica integral que tenga belleza y esté lista para trabajar. Creo que se ha posicionado rápidamente, ya que ofrece un concurso completo donde evalúan a la mujer integral.
Además de la faceta de reina de belleza, ¿por cuál causa social lucha la organización del MGI?
El MGI esta enfocado en su causa “Stop the War and Violence”, que busca brindar ayuda en países vulnerables e impulsar campañas que apunten a detener la guerra y la violencia. Es una causa muy linda y de una u otra forma nos incluye a todos porque la violencia se interpreta de diversas formas.
Y a ti, ¿por cuál causa te gustaría luchar o estás luchando?
En lo personal me inclino muchísimo a los derechos humanos. Soy fiel creyente de que todos tenemos derechos básicos que deben ser respetados sin importar raza, sexo, inclinación sexual, credo o ideología. También me intereso por la salud mental; es un tema que llevo de manera personal y me encantaría poder trabajar para crear conciencia y eliminar el tabú sobre la salud mental. ¿Sabías que 1 de cada 17 personas padecen de algún tipo de “enfermedad mental”?
¿Crees que una corona te da un peso más allá del de representar a tu país?
En muchos países las “misses” son consideradas celebridades, pero en Panamá no sucede así realmente. Pasa más con aquellas que logran clasificar y en especial en el Miss Universo. Pero creo que durante tu reinado, una corona te da el peso de ser una embajadora de tu país por todo un año y ser una voz de los que no la tienen.
¿Qué opinas del repentino cambio de organización? ¿Cómo has manejado tú esto?
Inicialmente fue extraño y complicado puesto que no sabia cómo se iba a manejar entre ambos directores. Fue un momento incómodo porque te sientes como en “la nada”, pero ambos directores, tanto José Alberto como Cesar Anel, han hecho que el proceso sea lo más ameno posible. Ya tuve mi despedida con la organización Reinas y Misters y con el Señorita Panamá será cundo corone a mi sucesora.
¿Qué consejo le darías a la nueva MGI Panamá?
Le diría que lo disfrute muchísimo, desde su preparación hasta la concentración internacional. Es una experiencia super interesante donde estas en una carrera de resistencia contigo misma. Si tiene la misma suerte que yo, creará vínculos y amistades de por vida. También le diría que estudie muchísimo las ediciones anteriores. A través de los videos y fotos puede aprender muchísimo de la logística del concurso y así armar una buena estrategia.
Hoy en día ya no vemos a la famosa “miss perfecta”. Ahora se busca una chica que, además de bella externamente, posea cualidades intelectuales y de cambio social. ¿Qué opinas de esto?
¡Me encanta! Es hora que las personas entienda que las “misses” no son un objeto de plástico que pueden moldear a su antojo. Son mujeres de carne y hueso con virtudes y defectos y finalmente los concursos comprendieron que era momento de renovar sus concursos. Ahora están enfocados en buscar mujeres que sean gestores de cambio. Que sepan utilizar la oportunidad para iniciar cambios positivos. Se busca mujeres preparadas, inteligentes e interdisciplinarias.
¿Por qué crees que a la mujer que entra a estos concursos se le cosifica? ¿Cómo rompemos esto?
Debemos entender que por años se vio a la “miss” o a la presentadora de televisión como este ser perfecto, inalcanzable que debía modificar su actitud, su figura y su personalidad para encajar en una imagen utópica de una mujer. Actualmente en muchos lugares se sigue esperando el mismo estereotipo de una “miss perfecta” y se hacen comentarios tóxicos sin tomar en cuenta los sentimientos de las mismas.
Creo que el cambio debe ser a través de las organizaciones y las mismas aspirantes a reinas de belleza. Nos dicen que no debemos hablar al respecto ni contestar, pero creo que es necesario poner un alto a los comentarios nocivos e insultos. Si nosotras y nuestras organizaciones no se dan a respetar, seguiremos escuchando de las chicas que no aguantan la presión por ser víctimas de comentarios excesivamente hirientes.
A tu percepción, ¿cómo crees es vista la mujer en Panamá? ¿Cómo pudieras tú ayudar a la mujer?
Lastimosamente creo que la mujer en Panamá sigue siendo vista como un ciudadanos de segunda categoría. No ganamos igual, no nos tratan igual. Algunos siguen pensando que solo somos una maquina de reproducción y la esposa perfecta. Aún así me emociona muchísimo ver cómo poco a poco va creciendo el movimiento de empoderamiento femenino y cada vez son más las mujeres incursionando en profesiones usualmente catalogadas para hombres. Creo que mi generación y las que siguen están más claras del lugar adecuado de la mujer en la sociedad y es aquel en donde ella quiera estar con los mismos derechos, deberes y oportunidades que cualquier hombre.
¿Qué planes personales y profesionales tienes?
Por el momento estoy enfocada en mi trabajo y evaluando diversas oportunidades de crecimiento. Estoy considerando la posibilidad de cursar un Máster en Dirección de Empresas de Moda. Además sigo trabajando en mi pequeño emprendimiento de accesorios panameños “Panamama” Y fuera de lo profesional, sobre todas las cosas, ahora que entregue el titulo quiero explorar todas las oportunidades y formas que tenga para inspirar, ayudar y continuar siendo un gestor de cambio.
¿Cómo definirías tú el éxito?
El éxito es un camino a la felicidad. Una persona puede considerarse exitosa cuando logra sus objetivos sin sacrificar sus valores y principios. Para mi el éxito va ligado con la estabilidad tanto física, mental y emocional.
¿Te consideras exitosa?
Sí me considero exitosa. A pesar de las altas y bajas sigo enfocada en mis metas y pasiones que me traen felicidad.
¿Tienes alguna filosofía de vida?
Sí y nunca había sabido como expresarla hasta que salió la película de Bohemian Rhapsody. En el film dicen la frase “ Buenos Pensamientos, Buenas Palabras y Buenas Obras”. Creo mucho en el karma y que lo que uno da de manera desinteresada se devuelve de igual forma. Vivo mi vida un día a la vez intentando ser la mejor versión de mí misma.
¿Te gustaría representar a Panamá en algún otro gran concurso? De ser así, ¿cuál y por qué?
No descarto volver a participar en miras de representar a Panamá en un certamen internacional. Una vez vives ese momento donde por primera vez para millones de personas, te llaman Panamá quieres volver a experimentar el mismo sentimiento. Siempre he sido una persona muy soñadora y exigente así que me gustaría o participar en el Miss Universo o el Miss Mundo.
El Miss Universo me parece un concurso integral. Un poco más comercial pero es el concurso más famoso y seguido en el mundo y cuando uno piensa en una Miss lo primero que piensa es Miss Universo. Sería un honor y, quién sabe, quizás traer la segunda corona universal para Panamá.
En el caso del Miss Mundo, me parece un concurso muy completo donde se evalúa a la concursante en diversas pruebas: modelaje, deporte, talento, causa social, entre otros. Con Solaris logramos posicionarnos como Miss World Americas 2018 lo que representa un reto mayor.