Vie, 11/16/2018 - 09:17
- Fashion Week
Son pocos los que realmente saben todo lo que hay detrás de un desfile: muchas horas de trabajo de gran cantidad de gente. Y en este artículo simplemente voy a tratar de contarles un poquito sobre todo eso que sucede tras bambalinas.
- Olga Recio
- revistamujer@epasa.com
- @OR_olgarecio
- Olga.recio
Y el tan esperado Fashion Week Panamá pasó con éxito un año más. Fueron tres días de moda, en los que muchas personas disfrutaron de maravillosos desfiles de varios diseñadores. Pero, ¿realmente eran conscientes de todo lo que implicó esos 15 minutos que se sentaron a disfrutar?
Creo que no. Pienso que son pocos los que realmente saben todo lo que hay detrás de un desfile: muchas horas de trabajo de gran cantidad de gente. Y en este artículo simplemente voy a tratar de contarles un poquito sobre todo eso que sucede... ENTRE BAMBALINAS.
En primer lugar, la organización de un evento de la magnitud de un Fashion Week implica muchos gremios trabajando a velocidades supersónicas para crear ese espacio en el que se encuentran viendo los desfiles, donde todo, absolutamente todo, tiene que estar fríamente calculado: las luces, el lugar de prensa, la cantidad y posición de sillas, los efectos de pantallas, la musicalización, el backstage, equipo de maquillaje y de peinado, vestuaristas, etc.
A eso se le suma la logística del evento: cómo va a ser la dinámica de la gente, accesos, lista de invitados VIP... porque ¡todos quieren sentirse VIP! Además, los Front Rows. A quién se sienta allí es un gran dilema, porque siempre hay muchos criterios para seleccionar el listado de la gente. Las agendas de los invitados tampoco se puede pasar por alto.
Ya partiendo de que la organización del evento es sumamente compleja y lleva mucho trabajo, ahora hablemos de las colecciones. ¿Ustedes tienen idea de todo el trabajo que hay detrás de cada una de las piezas que ven presentadas en una pasarela?
Para la creación de una colección, los diseñadores empezamos un año atrás con la selección de nuestros tejidos, colorido, etc. Son muchos ensayos de prueba y error, hasta que finalmente llegamos a la pieza que buscamos; y, ¿¡por qué no decirlo!?, a veces, de algunos errores obtenemos piezas que no estaban pensadas ni diseñadas para ser así, pero resultan ser interesantes y se convierten en piezas clave de la colección.
Después de muchas horas de trabajo para llegar a la colección, empieza el armado del desfile. Hay que pensar en combinar toda esa propuesta en “looks” que tengan un hilo conductor, que representen a la mujer con la que queremos identificar las creaciones. Para eso, debemos planear qué mezclamos entre sí y de qué manera, ya que la misma pieza —e incluso la misma colección— presentada de una manera o de otra, puede transmitir imágenes completamente diferentes.
¿Con qué la vamos a combinar? ¿Qué accesorios o zapatos usaremos? ¿Qué tipo de mujer queremos subir a la pasarela? ¿Cuál será el maquillaje y el peinado? Todas esos detalles los vamos pensando y definiendo a medida que vamos diseñando nuestro desfile, que es una puesta en escena de la historia que cuenta nuestra colección.
Una vez que tenemos claro nuestra escenografía, vamos al “casting” y “fitting” de las modelos, los ajustes, las elecciones según lo que cada modelo transmite, la forma de caminar de cada una.
Y ya con casi todas las piezas de este engranaje listas, debemos definir cómo vamos a poner todo esto en escena para que ruede correctamente y no se trabe en ninguna de sus partes. Así, tenemos que definir la música, tipo de iluminación, estilo de caminado, entrada y cierre de las modelos... y hasta la música y la manera como el diseñador va a salir a saludar. ¡Ufffff! Sí, sí... ¡Todo, absolutamente todo, tiene que estar pensado y diseñado!
Esto no es más que un pequeño resumen de los principales puntos que hay detrás de cada uno de los desfiles que ustedes ven, y que pasan en tan solo 15 minutos, pero que llevan miles de horas de trabajo de mucha gente detrás. Seguro que la próxima vez que vean un desfile, lo mirarán con otros ojos…