Ácido hialurónico, un 'must have' en tu rutina de cuidado facial

Sé que muchos hemos escuchado hablar del famoso ácido hialurónico, a veces denominado AH, debido a sus grandes beneficios para el cuidado de nuestro rostro, además de ser un producto que actualmente podemos encontrar en diversas presentaciones. Pero sabes ¿qué es y para qué sirve?

¿Qué es?

El ácido hialurónico es un componente que se encuentra naturalmente en nuestro cuerpo y que aporta hidratación reteniendo la humedad hasta 1000 veces su peso, además ayuda con la elasticidad de la piel haciéndola ver más tersa; sin embargo, con el paso del tiempo, la producción de este componente se va reduciendo, haciendo que la piel pierda hidratación y contribuyendo a la aparición de las indeseables arrugas de nuestro rostro. Es por ello que se recomienda su uso gracias a sus grandes propiedades antienvejecimiento.

¿Quién debe usarlo?

Este producto es recomendable para todo tipo de piel. Muchas veces tendemos a equivocarnos con las pieles grasas y creemos que al tener un exceso de producción de sebo no debemos utilizar productos que aportan hidratación, pero este es un gran error, ya que esto precisamente suele ser provocado por la falta de hidratación en la piel.

¿Cómo debemos usarlo?

Como sabemos, hay diferentes presentaciones de este producto. Uno de los más comunes es su uso estético, por medio de inyecciones o infiltraciones en la piel, esto tiene como beneficio rellenar las arrugas o líneas de expresión, devolviéndole firmeza a nuestro rostro. También es utilizado para aportar volumen en pómulos o labios. Esto tiene como duración de 6 meses a 1 año y debe ser aplicado solo por profesionales.

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Otro de sus usos más económicos es el cosmético, ya que puede ser encontrado en diversos productos del mercado como serums o cremas de uso tópico que, además de hidratar tu piel, ayudan con el envejecimiento y aumenta su capacidad de regeneración. Se recomienda su uso diario, aunque sus resultados no son inmediatos debido a que este producto no es tan invasivo como el inyectable, el cual al ser introducido en la piel es más notorio.

Cabe resaltar que, en cualquiera de sus presentaciones, este es un producto confiable y de resultados óptimos. El secreto está en conocer cuál es el adecuado a las necesidades de tu piel e incluirlo en tu rutina de cuidado facial.

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