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Las heces de los bebés van cambiando de color y textura de acuerdo con la edad y la alimentación.
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Las deposiciones de los recién nacidos nos ayudan a conocer el estado de salud del bebé. La consistencia, la cantidad, el color, el olor y la frecuencia de las mismas, son algunas características que las madres y padres deben prestar atención.
Las heces de los recién nacidos no solo son indicadores de una buena salud y alimentación, sino que, además, también alertan sobre la presencia de alergias, parásitos o virus, problemas en el hígado, infecciones, entre otros.
"Es muy frecuente que los padres se alarmen por algunos factores como la consistencia y el color de las heces del pequeño, sin embargo, a veces son signos muy comunes y que están dentro de la absoluta normalidad. La caquita del bebé nos puede decir mucho sobre su salud, por eso es importante interpretarlas de forma correcta", explicó Mariana Valverde, Asesora en Alimentación del Recién Nacido.
Las deposiciones del bebé van cambiando gradualmente de acuerdo con factores como la edad y su alimentación.
A la primera deposición se le conoce como el meconio. Es una sustancia de consistencia espesa, pegajosa y color negro petróleo/verdoso, y está compuesta de líquido amniótico, pelo lanugo, vérnix caseoso, moco, bilis y células -elementos ingeridos por el feto durante el periodo de gestación-. Generalmente se expulsa durante las primeras 24 horas de vida del bebé.
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Después del meconio, a medida que el bebé aumenta su ingesta de leche materna o de fórmula, las evacuaciones se tornan de color verdoso (también llamadas heces de transición) y luego toman un color amarillo mostaza - aunque existe un rango de colores - entre el día tres y cinco de vida. Cuando el bebé comienza a ingerir alimentos sólidos, es posible que sus deposiciones sean más sólidas y de diferentes colores.
En cuanto al número de deposiciones diarias, se espera que los bebés recién nacidos, alimentados con lactancia materna exclusiva, tengan de dos a cinco deposiciones al día. A partir de la cuarta o sexta semana, las deposiciones se vuelvan más inconsistentes en su frecuencia. Si el bebé se alimenta con únicamente con fórmula, en promedio tienen una deposición diaria.
¡Preste atención a las señales de alerta!
Pese a que las deposiciones del bebé muchas veces están dentro de la absoluta normalidad, es importante acudir al pediatra si el pequeño presenta las siguientes señales de alerta:
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No expulsa el meconio durante las primeras 24 horas de vida.
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Las deposiciones son duras, secas y tiene dificultades para expulsarlas.
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Hay presencia de sangre en las deposiciones.
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Heces blancas o grisáceas.
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Deposiciones negras (una vez evacuado el meconio).
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Durante las primeras 2 semanas no tiene al menos una deposición diaria y es alimentado con lactancia materna exclusiva.
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No tiene una deposición en cuatro a 10 días.
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Diarrea.
"Como madres y padres de familia, es importante que estemos al pendiente de la salud del bebé. Las deposiciones son muy buenos indicadores y brindan una pista de su bienestar digestivo. Sin embargo, la visita constante al pediatra es indispensable para garantizar un adecuado control en el crecimiento y desarrollo", finalizó Mariana Valverde.
Según comentó Nohelia Orozco, gerente de mercadeo para Centroamérica Sur y el Caribe, Kimberly-Clark y su marca Huggies® ofrecen diferentes productos de calidad para promover la higiene y bienestar del bebé en cada etapa de su desarrollo, entre ellos, pañales para recién nacido, crema protectora para evitar quemaduras y toallas húmedas en diferentes presentaciones.
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