- Maternidad
Dar el pecho a un bebé no tiene que doler. Los fisioterapeutas señalan la comodidad y las posturas ergonómicas como claves para evitar cualquier tipo de dolor o lesión durante la lactancia.
- Redacción Mujer
- revistamujer@epasa.com
- @MujerPa
- mujerpa
Inmunización para el pequeño, protección contra el cáncer o enfermedades cardiovasculares para la madre: la lactancia materna cuenta con innumerables beneficios más allá de la consolidación del vínculo madre-hijo. Pero ¿Cómo debes amamantar al pequeño? ¿Existen mejores y peores posturas durante la lactancia?
Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFM) se enfatiza en la importancia de la comodidad y de la postura para amamantar a los pequeños.
Posturas recomendadas durante la lactancia materna
Con esta premisa, la propia CPFM facilitan una serie de posturas con intención de evitar cualquier molestia en la madre:
- Sentada, con la espalda reposada completamente y los pies apoyados. Esta postura protege de dolores lumbares y cervicales. La cabeza del bebé tiene que descansar en el antebrazo que estará apoyado bien en un apoyabrazos o en un cojín de lactancia, para que no sea la madre la que sujete el peso de su bebé y no se sobrecargue el brazo.
- Tumbada de lado, apoyando la cabeza en una almohada. De esta forma, la madre solo tendrá que sujetar la espalda del bebé. En este caso, el niño y la madre tienen que colocarse "barriga con barriga", de forma que es el bebé el que se acerca al pecho y no al revés.
- Para conseguir una buena alineación/succión… Se debe hacer coincidir la nariz del bebé con el pezón. Así logra una extensión de la cabeza que facilita el vacío para la succión y la deglución. El bebé abre la boca introduciendo en su interior el pezón y parte de la areola.
- Los labios del pequeño deben estar evertidos (vueltos hacia fuera). Sobre todo el labio inferior doblado hacia abajo y la nariz y mentón pegados al pecho de la madre.
Beneficios de dar el pecho
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que todas las madres que puedan amamanten a sus hijos, al menos hasta los seis meses de vida.Y es que los beneficios de la lactancia materna son enormes, tanto para la madre como para los bebés:
- Creación de una conexión y un vínculo madre-hijo.
- Proporciona los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo.
- Inmuniza frente a numerosas enfermedades a los lactantes y reduce significativamente sus visitas a las urgencias hospitalarias.
- Para las madres supone una importante protección contra algunos tipos de cáncer (mama, útero) y enfermedades cardiovasculares.
Cuándo comenzar la lactancia
Para conseguir una adecuada subida de leche que permita mantener la lactancia desde el principio hay que iniciarla de forma precoz, nada más dar a luz. Las tomas deben ser frecuentes y sin límite de tiempo, adelantándose al llanto del bebé, de forma que este no se ponga nervioso y trague aire.
Buscar apoyo
Dar de mamar no tiene que ser doloroso ni molesto. Si la lactancia materna duele, debemos reposicionarnos, buscar otras posturas.
Los comienzos de la lactancia materna pueden no ser fáciles. Es un proceso de adaptación. En este sentido, los expertos recomiendan consultar al pediatra o a la matrona o acudir a un grupo de apoyo a la lactancia de la comunidad.
Pero si lo que quieres es prevenir o tratar dolores musculares en la madre o problemas de succión en el bebé, la respuesta está en el fisioterapeuta.
También te puede interesar: Leche materna de vacunadas contra Covid-19 protege a lactantes
- Etiquetas:
- Bebés
- Leche materna
- Maternidad