Meditación, una forma de auto cuidado

En latín la palabra meditar significa pensar/reflexionar. Según las creencias tibetanas es conocerse a uno mismo. En sánscrito es mantener la atención en algún punto. A pesar de sus diversos significados, meditación no es, como muchas personas creen, poner la mente en blanco y dejar de pensar. 

Cuando escuchas la palabra meditar, ¿qué imágenes vienen a tu mente? ¿Sentada con las piernas cruzadas sobre una almohada, con los ojos cerrados, posiblemente cantando? ¿Un grupo religioso participando en un estado de concentración profunda y consciente? Si bien estas son formas de meditación, la práctica de la misma se presenta de muchas otras maneras: orando/cantando, respirando, practicando un ritual, ejercitándote, admirando el arte, escuchando música...

Existen muchos tipos de meditación:

• Meditación de concentración: Se logra entrenado a la mente para que actúe enfocada como un láser hacia un objeto ya sea un mantra, frase, palabra. Debido a las múltiples distracciones que enfrentamos en el día a día, este es uno de los tipos de meditación de mayor utilidad, ya que ayuda a concentrar y reenfocar la mente en pensamientos que te interesen. 

• Meditación contemplativa: Te induce a pensar en una sola frase. 

• Meditación de atención abierta: Te invita a poner atención a “todo”.

• Meditación de visualización: Consiste en mirar un objeto y ayuda a comprender situaciones. 

Otros tipos de meditación, como la de cultivar sentimientos y a través de la respiración, son altamente eficientes y con grandes beneficios para la salud en general. Para los principiantes, la forma más simple de meditación es a través de la respiración. Una respiración se puede hacer todos los días por solo un par de minutos cada vez. El objetivo de esta meditación de respiración consciente es permitir que la mente descanse de los pensamientos, lo que significa permitir que los pensamientos pasen a través de ella en lugar de atender a cada uno de ellos. Aprender a “estar” en el momento presente es la meta de la meditación.

Leer más:  3 meditaciones online para aquellos que sufren insomnio

Cómo iniciar a meditar paso a paso

Para una meditación de respiración consciente, busca un asiento cómodo y permite que tu espina dorsal se mantenga recta. Simplemente, concéntrate en tu respiración, tanto en la inhalación como en la exhalación, haciendo que cada una tenga la misma duración. Relaja tus hombros y respira desde el estómago, en lugar de con el pecho y permite que tu vientre se mueva suavemente, que suba y baje con cada respiración. Si un pensamiento entra en tu mente, reconócelo y déjalo ir. Deja que tu mente siga elevándose.

En realidad, no existe una manera correcta o incorrecta de meditar. Al principio puede que te resulte difícil calmar tu mente y entrar en tu consciencia interior, por lo que puede ser beneficioso que hagas tu meditación como primera actividad en la mañana, antes de que te distraigas con las tareas de la vida diaria. Una vez que hayas fortalecido tu rutina de meditación, experimenta practicando en otras ocasiones, como en tu escritorio antes de una larga reunión, después de un entrenamiento, antes de acostarte... en fin, cada vez que te sientas segura de cerrar tus ojos y permitir que tu concentración se traslade dentro de ti.

La meditación es más efectiva cuando se practica todos los días, así́ que empieza con algo simple, pero sé consistente. Es más eficaz si meditas durante cinco minutos al día, a la misma hora siempre, que durante 20 minutos una o dos veces a la semana. A medida que sientas los beneficios, experimenta con nuevos tipos de meditaciones. La meditación te ayudará a calmar tu mente de la naturaleza acelerada del medio ambiente, permitiendo que tu intuición se manifieste con más fuerza y te alinees aún más con tus intenciones.

Leer más:  Meditación para limpiar tus puntos energéticos con cristales

Beneficios de la meditación

Adicionalmente a la salud mental y los beneficios emocionales, la meditación puede ayudarte para:

• Mejorar la calidad del sueño.

• Incrementar tu rendimiento, ya que desarrollas mejor atención y memoria.

• Reducir dolores crónicos.

• Procesar emociones difíciles.

• Desarrollar la habilidad de escuchar a los demás.

• Cultivar la paciencia.

• Sentirte menos sola.

• Fortalecer el sistema inmune.

• Reducir la depresión.

• Ser más compasiva.

• Mejorar las relaciones.

• Conocerte a ti misma.

• Aprender a observar tus pensamientos.

• Calmar alergias, desórdenes de ansiedad, asma.

• Evitar comer en exceso, enfermedades del corazón, presión arterial alta y abuso de sustancias.

A pesar de sus comprobados beneficios, la meditación tiene sus limitaciones: está contraindicada para personas con psicosis, esquizofrenia y traumas severos.