- Mente y Cuerpo
Recordemos que las palabras pueden construir o destruir. Tratemos de ser amables en todo momento, con lo que decimos y sobre todo en cómo lo decimos.
- Gabriela Zelaya
- info@mentesmotivadas.com
- @mentesmotivadass
Seamos realistas: todos hemos usado la palabra “tóxico” para describir a una persona que nos hizo mucho daño, o por lo menos eso percibimos nosotros de la situación.
Pero hoy quiero compartirte una información que te puede ayudar mucho y así eliminar esta palabra como adjetivo.
Empecemos porque no es el término correcto. Tenemos que saber que no es un término científico, no cuando se trata de conducta. No hay investigaciones que cataloguen algún comportamiento ni mucho menos a una persona en toda su esencia como “tóxica”. Normalmente se utilizan otros términos para referirse a este tipo de comportamientos que pueden hacer daño. Por ejemplo, una “relación disfuncional”, en vez de una “relación tóxica”.
Te preguntarás ¿por qué nos gusta tanto este término para describir a las personas? La respuesta es que el hecho de decir que la otra persona es “tóxica” nos ha llevado a reducir la energía que invertimos en entender a estas personas, ayudarlas o estar a su lado. Así es como reducimos la energía que invertimos en mirarnos a nosotros mismos y reconocer que hay ciertas cosas que aún no tenemos trabajadas, que nos remueven y nos duelen.
Es nuestra responsabilidad reconstruir nuestro vocabulario, estar alertas y permitirnos cuestionar sobre las palabras que usamos para describir a las personas. Recordemos que las palabras pueden construir o destruir. Tratemos de ser amables en todo momento, con lo que decimos y sobre todo en cómo lo decimos.
- Etiquetas:
- Bienestar
- Coaching
- Mindfulness
- Psicología