- Mente y Cuerpo
- Helena Rodellar
- hola@vivirconsciente.org
- vivir_conscient
- vivir_consciente
Hace un tiempo un hombre decidió visitar a un amigo al que hace tiempo que no veía. Cuando llegó a su casa el amigo le invitó a un café y se sentaron a charlar. Al poco de llegar, oyó como el perro de su amigo, que se encontraba sentado en el mismo salón, comenzaba a llorar. Su amigo, parecía no hacer caso al perro, así que él, extrañado, le preguntó: "¿Por qué está llorando tu perro?" El amigo, sin inmutarse, le contesto: "no te preocupes, llora porque está sentado encima de un clavo". Él, aún más sorprendido, le replicó: "¿Pero por qué no se levanta entonces?" a lo que el amigo, le contesto: "supongo que le molesta lo suficiente como para quejarse, pero no lo necesario como para cambiar de lugar".
Y ahora yo te pregunto: ¿cuál es tu clavo?
Muchas veces nos quejamos de una situación que estamos viviendo. Puede que se trate de una relación que no te hace feliz, un trabajo en el que no te sientes realizada, o que no te sientas a gusto con un aspecto de ti. Y así, van pasando los días, semanas o incluso meses, sin que hagamos nada al respecto.
¿POR QUÉ SUCEDE ESTO?
Porque todavía no nos "duele" lo suficiente como afrontar tomar una decisión. Por eso, nos quejamos, damos vueltas y, en definitiva, "enredamos" con la idea en nuestra cabeza sin tomar ninguna decisión al respecto.
Porque tomar decisiones no es fácil, porque siempre habrá incertidumbre y puede que sientas miedo ante ese cambio. Pero si sigues ahí sentada ahí significa que hasta ahora, has permitido que el miedo te venza.
Así que ahora te pregunto, ¿hasta cuando vas a estar ahí sentada?
- Etiquetas:
- Bienestar
- Coaching
- Mente
- Psicología