4 maneras de tener una buena relación con el emprendimiento desde joven

Si eres joven sabrás que la administración del dinero no es un tema del que nos enseñen desde pequeños; sin embargo, hay maneras en las que puedes ir cultivando tu relación con el dinero desde esta etapa:

Cuando ya sabes el área donde te quieres mover en el mundo laboral, es importante conocer, cultivar relaciones y aprender de personas que ya han pasado por ese camino. Hacer contactos y darte a conocer, es parte esencial de crear tu negocio y sobre todo tu marca personal. Como coach, es uno de los primeros tips que doy, porque dedicar tiempo en tu agenda para aprender de las personas que admiras, ya sea en libros, podcasts o incluso en persona, hace que tengas crecimiento personal y puede ayudarte a que no cometas los errores que ellos sí cometieron en su camino al emprender.

La mayoría de los jóvenes en la etapa universitaria suelen decir la siguiente frase: “Quiero trabajar para dejar de ser un peso para mis padres”. Aunque en realidad no sean un peso, igual sienten la necesidad de trabajar para ser de ayuda al hogar; sin embargo, un error que casi la mayoría de personas comete es pensar que hay que esperar a tener un título para empezar a actuar. Muchas veces este no se necesita para empezar, ya que se puede ir armando el plan de acción del negocio. 

 

Por ejemplo, puedes empezar vendiendo accesorios por internet o plataformas como Instagram o Facebook, gracias a la tecnología se puede emprender mucho más fácil y sin tener problemas. Además, vender por estas plataformas hace que te ahorres el gasto de un local y la paga de los empleados. Al ser estudiante, lo ideal es aprovechar al máximo las redes sociales y perder menos tiempo en ellas.

 

Como ya había mencionado antes, realmente las finanzas no son un tema que nos enseñen, y realmente es uno de los temas más relevantes que actualmente tenemos. Por eso, si no sabes cómo ahorrar, cómo invertir y no tienes una buena relación con el dinero, es importante leer libros, oír podcasts o incluso ir a cursos de finanzas, para aprender a invertir y a cuidar tu dinero.

Trata de reemplazar un gasto diario, que más que sumarte te reste. Por ejemplo, comprar café todas las mañanas. Intenta aplicar la conciencia plena a la hora de gastar. Si es posible que lleves comida hecha en casa a tu trabajo o a la universidad, hazlo. Es mucho mejor que gastar en comida y, sobre todo, es más saludable. 

 

Mantén todos tus gastos en orden y haz un presupuesto siempre que puedas, visualiza en qué gastas y en qué puedes reducir gastos. Cuando haces un presupuesto estarás más tranquila, ya que sabrás qué cantidad es la correcta para cada actividad y reducirá los sentimientos de culpa que aparecen al gastar más de lo que debemos.