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Las panameñas abrieron las puertas de su corazón para contar al público cómo fue que pasaron de ser mejores amigas a esposas, además, hablaron sobre la reacción de sus familiares por su matrimonio.
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La historia de amor de la actriz Wendy Jaramillo y la cantante Roxana Jaén parece sacada de un guion de película. Un amor oculto, un tímido primer beso y una amistad inquebrantable, destacan en la vida amorosa de las panameñas que hasta hace poco se dieron el "sí, acepto".
En entrevista con nuestros presentadores Sara Bello y Pablo Brunstein, Jaramillo y Jaén abrieron las puertas de su corazón para contar al público cómo fue que pasaron de ser mejores amigas a esposas.
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"Nuestra boda se dio por amor, muchísimo amor. Aquí hay un amor por más de 20 años, oculto. Roxana y yo éramos amigas, las mejores amigas, y no sé en qué momento pasó lo que pasó, pero se dio. Pasaron muchísmos años de amistad antes de casarnos", dijo Wendy, quien se casó con Jaén el pasado 26 de mayo en Cancún, México.
Dicho esto, Jaramillo reveló al público algo que nunca antes había contado: la historia de su primer beso.
"Había algo que me estaba pasando y yo me decía: 'pero ella es amiga mía. ¡No puede ser!'. Entonces, hasta que bueno, empecé a tirarle indirectas a ver sí caía, si decía algo, si sentía de allá para acá lo mismo, hasta que un día me la llevé para la casa de mi papá, le di un beso...y me lo correspondió", expresó.
Para Wendy, la conexión que tiene con Roxana es difícil de explicar, pues el amor que sienten la una por la otra se mantiene tal cual como en sus primeros días de amistad. "Es algo inexplicable. Nosotras nos veíamos y era una tiradera encima, salíamos a muchos lugares, yo le contaba mis cosas, ella las suyas. Siempre estuvo presente un lazo tan fuerte y mucha complicidad. Entonces, yo me preguntaba si era así (que había amor de pareja) o no", dijo.
El compromiso
Por su parte, Roxana expresó que, contrario a Wendy, no se atrevía a dar el paso pese a que sabía y entendía las intenciones de su ahora esposa. "La verdad es que Wendy siempre estaba ahí, como dice ella, tirándome las indirectas y yo no me atrevía a dar el paso, hasta que ella habló conmigo y me dijo todo, y yo bueno, respondí sí a todo. Y ahí nos fuimos (avanzando en el noviazgo) y luego me pidió la mano, el 6 de noviembre de 2020, cuando terminé de grabar mi CD", comentó.
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"(La propuesta de matrimonio) Era una sopresa que ella me tenía. Luego planeamos la boda. Íbamos a casarnos en Costa Rica y la luna de miel iba a ser en Bocas del Toro (provincia de Panamá)", dijo Roxana. Luego de conversar, tomaron la decisión de descartar el matrimonio en el país vecino, para optar por Cancún, México, lugar donde sellaron su amor hasta la eternidad.
La boda
Para Roxana su boda fue sencilla, pero muy linda. Y aunque no hubo familiares, el día se volvió perfecto gracias al apoyo que recibieron por parte de las personas que estaban en el lugar, pues no fueron víctima de la discriminación y las hicieron sentir muy queridas.
"Fue algo muy bonito. Repartimos dulce a las personas que estaban ahí. Hubo una aceptación por parte de todos, cero discriminación, cero ataque", comentó Wendy.
Reacciones sobre su boda
Pero no todo fue color de rosa. En cuanto pisaron suelo panameño fueron señaladas y recibieron críticas y comentarios negativos por medio de las redes sociales.
"Nosotras leemos los comentarios, pero no le hacemos caso a eso. Nosotras decidimos ir de frente con esto (la relación) y no tenemos por qué estar respondiendo nada", expresó Roxana.
Roxana se sinceró con nuestros presentadores y televidentes. Comentó que su familia no acepta la situación; sin embargo respeta sus decisiones. "Mi mamá no lo acepta, pero lo respeta". Por su parte, Wendy dijo que su familia sí acepta su estilo de vida.
Derechos para comunidad LGBT+
La pareja también habló sobre los ataques en tono religioso que reciben por parte de quienes no aceptan que una mujer se puede enamorar de otra chica.
"Lo que siempre le respondo a la gente que mete a la iglesia, es que esto es un tema de derecho (el matrimonio entre dos personas del mismo sexo) y no de religión. Yo creo en Dios. Dios dice que donde hay amor está él, y aquí hay amor, entonces aquí está él. La gente no sabe por qué peleamos derechos para la comunidad LGBT+. Si a mí me pasa algo o a Roxana, ninguna puede decidir nada por la otra, aquí en Panamá. Si a alguien le pasa algo y necesita sangre, no podemos donar sangre por ser lesbiana", dijo.
Ambas coincidieron que en Panamá el tema de aceptación a la comunidad LGBT+ está difícil, pero que a la larga el prejuicio social se reducirá.
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