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El escritor y psicólogo panameño busca que los jóvenes aprendan sobre las consecuencias a nivel de salud mental que provoca el consumo de pornografía.
- Redacción Mujer
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El tema de la pornografía despierta todo tipo de opiniones, que van desde la defensa hasta la acusación férrea.
Los que se oponen se fundamentan en aspectos morales y/o religiosos, o simplemente no están de acuerdo con la forma en que es producido el contenido y lo que esto acarrea: la prostitución, el abuso sexual, abuso infantil o la discriminación de género.
En tanto, los que la defienden o apoyan tienen también sus razones: comerciales, diversión, moda, etc. Pero, ¿es mala o buena la pornografía? El escritor y psicólogo panameño Zariel Espada analiza con gran profundidad las consecuencias del abuso de la pornografía, lo que el mundo no dice claramente a los usuarios y consumidores en su libro debut "Pornografía, La Enfermedad Silente del XXI".
El istmeño fundamenta su obra en las experiencias desgarradoras de personas que han estado inmersas en ese mundo y quienes cuentan la odisea de vida que soportaron una vez que entraron a esa red.
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Desde revistas hasta lugares especiales de visita, la pornografía cubre un gran espacio en la sociedad y genera millones de reproducciones. Sin embargo, su consumo construye una telaraña de la cual no es tan sencillo escapar. En una entrevista con Mujer, Espada nos habla su escrito, donde deja expuesto a este enemigo silente que puede arruinar la vida de sus consumidores.
Tuve la oportunidad de ser invitado de participar en un foro de jóvenes en donde el tema a tratar era la pornografía, lo que me inspiró a escribir el libro "Pornografía, La Enfermedad Silente del XXI". Fue lo que sucedió al terminar el foro lo que me hizo despertar esas ganas de escribir sobre el tema. Los jóvenes empezaron a preguntar, empezaron a mencionar algunas dudas que tenían acerca del tema. Otros empezaron a pedir ayuda porque reconocían ser adictos a la pornografía.
Después de ese foro vi la necesidad de información que necesitan nuestros adolescentes sobre el tema, en muchas de las sociedades y culturas es un tema tabú, algunos padres reconocen que sus hijos consumen y otros son capaces de anunciar que sus hijos jamás han consumido porno. Me inspiró la necesidad que existe de conocer el tema, es tiempo que los adolescentes puedan conocer las consecuencias de una adicción a la pornografía.
¿Es su primera obra?
R: Sí, es mi primera obra, gracias a Dios hemos recibido varias propuestas para su distribución, tuvimos la oportunidad de ser tendencia por 2 días en la plataforma de ventas Amazon, todo ha sido una experiencia increíble, confiamos en que seguiremos impactando la vida de muchos adolescentes.
Nuestra intención es lanzar un segundo libro que será dirigido a los padres, quienes son los que de verdad pueden colaborar mucho más en evitar el deterioro de la salud mental de sus niños y adolescentes.
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¿A quién va dirigido?
El libro va dirigido a los adolescentes, reconociendo que es una de las etapas más cruciales en el desarrollo humano, etapa que va de la mano con cambios físicos y neurológicos, el cerebro adolescente se encuentra en un cambio constante, en una remodelación, se crean nuevas conexiones neuronales, algunas hormonas se empiezan a disparar. En esa etapa el cerebro se encuentra en uno de los momentos más cruciales en su maduración, ahora imaginen depositarle al cerebro dosis descontroladas de dopamina, que es el neurotransmisor que nuestro cerebro produce en cantidades descontroladas cuando se da el consumo de pornografía.
Ya de por sí la adolescencia tiende a ser una etapa difícil, ahora con una dosis alta de dopamina, esas dosis de este neurotransmisor son los que provocan que un adolescente quede completamente enganchado con la pornografía, sus notas empiezan a bajar, el adolescente empieza a mantenerse aislado del resto de la familia, empiezan una vida promiscua a temprana edad. Por todo lo anterior mencionado es que el libro va dirigido a nuestros adolescentes.
¿Qué le gustaría que los jóvenes y la sociedad aprendan con su escrito?
Me gustaría que aprendieran las consecuencias a nivel de salud mental que provoca el consumo de pornografía, muchos consideran que es un tema relativo, que depende si el consumo es poco o demasiado, que depende de la madurez que tenga el adolescente o que depende de X factor. Pero si nos ponemos a realizar un trabajo reflexivo y analítico nos daremos cuenta que la salud mental de nuestros niños y adolescente no es algo relativo. La salud mental de nuestra niñez y adolescencia debe ser protegida, aunque el padre o la madre o el docente no quiera cumplir con ese rol.
Promover la salud mental es uno de los pilares fundamentales del libro, no nos interesa entrar en extensos debates con argumentos a favor o en contra de la pornografía. Nos interesa promover una buena salud mental y la protección de la niñez y adolescencia.
¿Cree que este libro puede ayudar a los que están inmersos en el mundo de la pornografía? ¿Por qué?
Por supuesto que sí, el libro cuenta con un capítulo completo con pasos específicos y sencillos para ir paso a paso, poco a poco disminuyendo el consumo de la pornografía. No vamos a tapar el sol con un dedo afirmando que es un camino sencillo, claro que no es sencillo. Es una tarea bastante demandante, no podemos pretender que vamos a dejar realizar un comportamiento que lleva años repitiendo, en un mes. No sería real lo que se está planteando.
Los pasos están planteados en metas a corto plazo, sobre todo metas tangibles y reales, para que el consumidor pueda medir su avance. Claro que habrá recaídas, pero lo que se busca es generar un compromiso personal de ir poco a poco, meta tras meta, disminuyendo el consumo hasta lograr una completa erradicación de la conducta.
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Para usted, ¿qué debe ocurrir para erradicar el tema de raíz?
Hay que poner en contexto lo que estamos enfrentado para poder responder a esta pregunta. Según el conferencista internacional Itiel Arroyo el negocio de la pornografía mundial puede estar generando los mismos miles de millones similar a las casas farmacéuticas. La pornografía tiene un poder y es mundo multimillonario, una evidencia de lo antes mencionado está bastante cerca, en México en el 2013, la BBC bajo la redacción del periodista Juan Carlos Perez Salazar, informó que la trata de personas había generado $10,000 millones de dólares en esos años.
Desenredar esta gran telaraña es un trabajo difícil, para erradicar el tema de raíz es importante la educación de calidad en valores, eliminar de la sociedad el machismo y feminismo que tanto daño provocan a la generación que va creciendo.
Educar y enseñar que la mujer no es un objeto sexual, educar sobre sexualidad, crear programas educativos, no solamente que impartan sesiones sino programas en los que se puedan medir la eficacia, programa sen los que se puedan medir los resultados y modificar la estructura de ser necesario, trabajando en conjuntos médicos, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, padres de familia y toda organización que pueda brindar su grano de arena.
Niñas y niños son secuestrados y explotados sexualmente para la creación de contenido pornográfico y esto hay que entenderlo, hay que ser congruentes en nuestros argumentos, no podemos estar a favor de la pornografía y estar en contra del maltrato y explotación sexual infantil porque van ligados; o estar en contra del machismo, pero a favor del porno. No es congruente. Y esta sociedad pide a gritos crear criterios que sean congruentes.
El conocer como la niñez es secuestrada, maltratada y violada desgarra a cualquier persona. No nos vamos a Europa o África en donde puede que sea mucho peor el número de trata de personas, quedémonos en América, países como Mèxico, Colombia, Brazil, encabezan las listas de trata infantil y creación de pornografía pedófila.
Lugares de extrema pobreza en donde le ofrecen cierta cantidad de dinero a los progenitores y venden a las niñas por míseros reales, mujeres secuestradas y vendidas como mercancía.
Historias de actores y actrices narrando lo que ocurre detrás de las cámaras, el maltrato, los abusos de los productores, nunca poder decir no frente a una petición del público de consumidores que cada vez es más pequeña la edad de inicio de consumo rondando los 8 años de edad, mientras a más personas van aumentando el consumo de la pedofilia.
El autor
Zariel Espada nació el 4 de septiembre de 1994 en la República de Panamá, Provincia de Colón. Psicólogo de profesión. Obtuvo un Master en psicología forense en la Universidad Latina de Panamá. Siempre ha estado comprometido con la salud mental de los jóvenes y adolescentes, siendo facilitador, ha colaborado con estudiantes de todas las edades dentro del territorio nacional.