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La amplia oferta de series de televisión, con opciones para todos los gustos, hace que los planes de sofá y serie sean muy apetecibles y enganchen.
- Redacción Mujer
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Si resulta tremendamente difícil comer un solo pedazo de pizza o una única papita frita, con las series nos ocurre algo similar. Aunque tengamos la intención de ver solamente un capítulo antes de irnos a dormir, no es raro encadenarlo con un segundo, un tercero o incluso alguno más. Una psicóloga explica qué mecanismos nos empujan a hacerlo.
La amplia oferta de series de televisión, con opciones para todos los gustos, hace que los planes de sofá y serie sean muy apetecibles y enganchen.
“Habitualmente hacemos una primera búsqueda de series que sean afines a nuestros intereses y deseos. Por lo general, cuando vemos un serie televisiva queremos desconectar de la realidad y, por un momento, nos metemos en el papel de alguno de los personajes”, señala Macarena del Cojo, especialista del Instituto Psicológico Cláritas.
La psicóloga apunta que los hábitos de ocio cambiaron debido a la pandemia.
“Al estar tanto tiempo en casa, buscamos maneras de entretenernos. Entre ellas, estaban el consumo de películas y series en las plataformas digitales, ya que en la televisión apenas había programación de entretenimiento”, manifiesta.
La "ley de cierre"
Una vez que comenzamos a ver una serie, no solemos detenernos en el primer capítulo y dejar el siguiente para más adelante. Lo más habitual es que veamos el segundo a continuación o, incluso, algunos más, de manera que la temporada nos dura apenas unos pocos días.
En este sentido, Macarena del Cojo señala: “Cada capítulo nos muestra una trama que queda incompleta, de modo que, cuando acaba cada uno de ellos, nos quedamos con la incertidumbre y la necesidad psicológica de saber qué va a pasar”.
“Esto ocurre debido a la ‘ley de cierre’, que hace referencia a una norma psicológica por la que nuestro cerebro tiende a completar los estímulos que faltan buscando la mejor organización posible. Así, si tenemos acceso al resto de capítulos, vamos a tener la necesidad de verlos para completar el todo”, subraya.
Además, el hecho de que el siguiente capítulo arranque automáticamente, a no ser que lo paremos, propicia que encadenemos uno con otro.
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Repercusiones sobre la memoria
En este sentido, la psicóloga señala que el maratón de una serie tiene determinados efectos en la memoria.
“Recibir tanta información de interés en tan poco tiempo dificulta los procesos para almacenarla adecuadamente y poder recuperarla después. Es decir, si vemos una serie de golpe, después tendremos problemas para acordarnos de ciertos detalles”, indica.
“En cambio, el hecho de que haya un espacio entre capítulo y capítulo para poder comentarlo y reflexionar sobre él, hace que la memoria a largo plazo sea más sólida”, valora.
“En varios estudios se experimentó el efecto de los maratones de series en la memoria. Se encontró que, en los grupos que habían espaciado la frecuencia con la que veían los capítulos, los recuerdos se consolidaban con el tiempo, por lo que meses después recordaban más detalles que los grupos que habían hecho maratón”, añade.
Asimismo, la especialista subraya que ver una serie durante varias horas seguidas sin poder parar puede conducir, incluso, a un problema de adicción.
“Normalmente, la adicción a las series influye en el trabajo y en las relaciones sociales, que se descuidan cada vez más, pues se dedica gran parte del día al consumo de este material”, apunta.
Además, la psicóloga advierte de que el horario en el que solemos ver las series también puede ser perjudicial.
“Si acostumbramos a verlas por la noche, estar tanto tiempo expuestos a la luz de la pantalla hace que no generemos melatonina, que es la hormona encargada del sueño, por lo que tendremos dificultades para dormir. Los problemas de insomnio conllevan un mayor riesgo de padecer depresión, debido a que hay un incremento del nivel de estrés por la falta de descanso”, advierte.
Dopamina y algunas sugerencias
Por otro lado, una vez que hemos terminado de ver una serie que nos gusta, podemos experimentar una cierta sensación de pesadumbre.
Macarena del Cojo explica que cuando vemos una serie, aumentan nuestros niveles de dopamina, lo que se traduce en bienestar y placer.
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“De esta manera, al terminar, podemos sentir un vacío pues aquella que nos generaba bienestar y felicidad ha desaparecido”, indica la especialista.
No obstante, las plataformas guardan datos sobre nuestras preferencias, de manera que cada vez que busquemos una nueva serie nos sugerirán aquellas que sean similares en género o trama a las que hemos visto con anterioridad.
“Esto contribuye a que cada vez que terminamos una serie tengamos que ver otra nueva para recuperar los niveles de dopamina, lo que puede llegar a generar una adicción”, insiste.
Pese a todo, ver una serie es una actividad de ocio muy gratificante que no tiene por qué suponer ningún problema. De hecho, Macarena del Cojo nos ofrece varias recomendaciones para disfrutar de las series de manera saludable:
- En primer lugar, aconseja espaciar la frecuencia con la que vemos los capítulos. “Podemos ver un capítulo al día, aunque lo ideal sería uno a la semana”, recomienda.
- De igual modo, indica que tendríamos que dejar pasar un tiempo desde que terminamos de ver una serie hasta que comenzamos a ver otra. “De esta manera podremos procesar la anterior adecuadamente y así no contribuiremos a sufrir una posible adicción. Es decir, debemos aceptar la finalización de la serie con todas las emociones que eso conlleva”, destaca.
- Por último, la psicóloga recomienda que procuremos no ver la serie justo antes de irnos a dormir. “Debemos dejar un tiempo entre el final del capítulo y el momento del sueño para que éste no se vea alterado”, concluye.
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