- Entrevistas
La reconocida organizadora de bodas, pupila de Preston Bailey, nos concedió unos minutos para hablarnos sobre su trabajo
¿Cómo te iniciaste en la profesión de ‘wedding planner’?
Comencé hace siete años trabajando con mi mamá en Elegant Flowers, una empresa que se dedica a la confección de arreglos florales para todo tipo de eventos y bodas.
Cuéntanos tu experiencia al haber sido alumna del reconocido y prestigioso diseñador de bodas Preston Bailey.
¡Maravillosa! ¡Es un sueño hecho realidad! He tenido la oportunidad de verlo en varias ocasiones y hasta fui invitada a su oficina en Nueva York, tenemos muy buenas relaciones y varios proyectos por venir. Cabe mencionar que Preston Bailey es panameño, y se radicó hace treinta años en Estados Unidos. Su trabajo traspasa barreras internacionales por su creatividad y buen gusto, a tal punto que se ha convertido en el número uno; no en vano tiene la categoría de celebridad y realeza.
¿Por qué las parejas deben considerar contratar a un ‘wedding planner’ y en qué momento se debe hacer esto?
Siempre es importante tener la asesoría de un experto. Contratar a un ‘wedding planner’ te da la oportunidad de poder tener a alguien con experiencia que dirija a todos los proveedores de tu gran día. Cada vez en Panamá son más y más complejas las producciones de eventos, pues como panameños nos gustan las cosas buenas, eso hace que cada vez sean más las cosas a tomar en consideración y manejar.
¿En qué te inspiras al momento de decorar una boda?
Muchas cosas. Al ser pupila de Preston Bailey –al igual que él– me inspiro en la naturaleza, la creación de Dios que es perfecta. También me inspira conocer a las novias, sus familias, sus tradiciones, etc. Yo pienso que está relacionado con la creatividad, el diseño. Un ‘planner’ debe poder plasmar la personalidad y los elementos que conlleva toda la historia de los novios, por lo que cada boda debe ser diferente.
¿Qué es lo más importante en la organización de ese gran día?
Todo es importante, no puede haber una buena celebración sin ninguno de los elementos principales. Como siempre les digo a mis novias, ¿de qué sirve una buena fiesta sin una buena comida, o con una mala música, o un fotógrafo que por barato te deje las fotos torcidas? Todos los elementos son necesarios ya que este será solo un día, no hay repetición.