Bali, una isla de sueños

Empaca tus maletas porque nos vamos de viaje a un destino idílico que seduce a quienes buscan playa y una experiencia mística.

La diversidad es sin duda uno de los atractivos principales para aquellos viajeros que desean conocer otro mundo, e Indonesia es especial en este aspecto, pues ofrece un extenso panorama natural que se combina con su composición demográfica: tienen más de 200 grupos étnicos, unos 583 lenguas y dialectos hablados. Indonesia es el Estado archipiélago más grande del mundo, unas 17 mil islas lo comprenden, de las cuales 13 mil están habitadas, adicionalmente, es el cuarto país más poblado del mundo y se encuentra situado entre Asia y Australia. Para tener una mejor idea, según el censo oficial del 2010, habitan 237 millones 641 mil 326 personas. 

Pero esto no termina aquí, Indonesia es la nación con más musulmanes en el mundo, no obstante, son una sociedad tolerante ante otros credos, están acostumbrados a coexistir, y la religión dependerá de la isla. En Bali, por ejemplo, predomina el hinduismo, mientras que en la isla de Java, el islam. Pero también se encuentran budistas, cristianos, católicos y protestantes. La religión en toda Indonesia es tan importante que se lleva inscrita de manera oficial en el carné de identificación, y no se encuentra indiscreto que se pregunte sobre la misma; otra peculiaridad es que las costumbres o tradiciones ancestrales de cada isla influyen en sus creencias, un hinduista balinés no es igual al de Yogyakarta (nombre de la segunda ciudad más turística de toda Indonesia, se ubica en la isla de Java), y las diferencias son muy notables, por eso la arquitectura de los templos hinduistas es diferente en Bali y Yogyakarta. 

Debido a la historia y posición geográfica de este país insular -que fue un lugar importante en el comercio de especias- la influencia de diferentes civilizaciones (colonia de los holandeses en 1800; Japón invadió y ocupó su territorio en la Segunda Guerra Mundial, entre otras situaciones...) ha jugado un papel clave en su pluralidad cultural, esto se puede ver en su lema oficial: “Bhinneka Tunggal Ika”, que significa “Unidad en la diversidad”. Y este es el punto de partida para comprender e iniciar nuestro viaje a una nación que, en la actualidad, es considerada como uno de los países emergentes en la economía global.

Los tres sí: rezar, comer y amar 

Al llegar a Bali se pueden leer algunos letreros que dan la bienvenida, dicen “Selamat Datang”. Pero el recibimiento también se percibe afuera del aeropuerto: una multitud de 

taxistas y casas de cambio que ofrecen sus servicios con una sonrisa, todos al mismo tiempo, tal cual estrella de cine uno fuera. Lo cierto es que el turismo es una industria importante, ya que la cantidad de visitantes extranjeros anuales superan los 2 millones. 

En la también llamada Isla de Dios, el panorama es exorbitante en muchos sentidos, se pueden ver monumentales estatuas de los dioses hindúes a lo largo de la carretera, el paisaje se contrasta con grandes hoteles, turistas por doquier, campos de arroz, muchos templos y altares: los hay en cada esquina, al lado de las casas, de un árbol, almacenes, en un campo de arroz, etcétera... Pero así también, las hermosas ofrendas florales que pueden contener flores y frutas, también las hay de arroz de colores, estas tienen un significado especial, pues se tiene la creencia de que ayudan a mantener el equilibro entre los seres vivos del mundo. Para los hinduistas balineses, el tema de sus creencias es algo sumamente importante, se dice que tienen más templos que casas, el total podría ser de unos 10 mil. Algunos de los que no se pueden dejar de visitar son: “Tanah Lot” (un templo en una roca en medio del mar), “Pura Uluwatu” (el templo del acantilado) y “Ulun Danu Beratan” (un templo dedicado a Dewi Danu, diosa del agua). En Bali se reza, ¡y mucho! 

En cuanto a su población, esta es de 3 millones 890 mil 757, según el censo oficial del 2010. Al salir del hotel y dirigirse a cualquiera de sus tantos sitios atractivos (mínimo unos 75 que son imprescindibles) se inicia otra aventura, ya que la cantidad de motos supera los automóviles, existe un aproximado de 1.7 millones de vehículos con placas registrados, de los cuales 1.5 millones son motos. La moto es un medio de transporte vital en toda Indonesia. No es de sorprenderse ver a una familia de cuatro en una moto, una mamá llevando a su pequeño y manejando, un bulto de mercancía apilada, aquí el tema del ingenio sobrepasa los límites. Incluso, los turistas prefieren alquilarlas. Por día puede costar de 15 a 20 dólares. Ver cómo funciona la vida en Bali, o en cualquier país, es también un punto atractivo para compenetrarse con su cultura.

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Para quienes gustan explorar otros sabores, aquí encontrarás el toque del picante en todo lo que preparan, lo conocen como “sambal”, por eso mejor preguntar antes, los indonesios en general están acostumbrados a comerlo siempre, aunque dicen que los tailandeses tienen un nivel superior de picante, y hay unos 14 tipos de sambal distintos.  Adicionalmente, el arroz es uno de los alimentos básicos de la dieta, y para ellos, “si no hay arroz, no se ha comido”. Un clásico es el Nasi goreng (arroz frito), es delicioso y se complementa con satay, brochetas de pollo con salsa de maní. Bebidas exóticas: aguacate con chocolate. En cuanto a las maneras de comer, se utiliza la cuchara y comer con las manos es aceptable. 

Los atardeceres y su luz dorada contagian y dan la bienvenida a la agitada vida nocturna, y los restaurantes están repletos. Para quienes gustan del mar, en la zona de Jimbaran la oferta gastronómica es inagotable, hay que imaginarse toda una costa llena de restaurantes, cuyas mesas están en la arena, como también espectáculos de danza tradicional y el sonido de las olas acompañan la velada. Otras playas famosas para visitar son: Seminyak: queda cerca de Kuta, el lugar para irse de fiesta, en esta zona se puede encontrar tiendas a todo lo largo, y una gran oferta de spa, Bali es famosa por sus masajes y tratamientos para el cuerpo, por lo tanto, ¡a probarlo ya sea en un spa o en la playa! 

El amor y respeto por la naturaleza es uno de los principios del hinduismo y un sitio que reúne estos elementos es Ubud. Este pueblo se ubica en la montaña, por lo que el clima es más fresco, su nombre quiere decir: “el lugar que sana”, y es considerado el corazón de Bali. En sus calles es posible ver procesiones coloridas, campos de arroz, personas vestidas con  ropa tradicional, al igual que turistas y tiendas. Es la elección de quienes buscan tranquilidad y/o hacer yoga, al igual que un buen masaje. 

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De los lugares que se deben visitar está: El Bosque Sagrado de los Monos, construido en el siglo 11, era el área donde la familia real hacia la caza. Hoy día es una de las atracciones más importantes del turismo --lo pueden visitar al mes desde 2,000 visitantes hasta 90 mil en temporada alta-- y sitio de conservación, pero así también un componente de la vida espiritual de los locales. Dentro del bosque se encuentran templos sagrados, donde la entrada es solamente para quienes van a ofrendar; rocas esculpidas con la forma de monos, dragones y más... Es un lugar especial dedicado a los macacos, para ellos son sagrados y viven libremente por todas las instalaciones. El concepto del parque está basado en la filosofía “Tri Hita Karana” que engloba los tres reinos del universo: el del espíritu, el del ser humano y el de la naturaleza.

Ir a Bali es, sin duda, una experiencia memorable que pone en un antes y después a los rumbos por tomar. Para más info: http://www.indonesia.travel o la Embajada de Indonesia en Panamá: www.kemlu.go.id/panama.  

¿Cómo llegar?

Desde Panamá se puede viajar a E.E.U.U. o ir vía Europa y de ahí hacía Yakarta, el boleto puede costar de $1,300 en adelante. Todo dependerá de las escalas y la anticipación en que se compre. Moneda: Utilizan la rupia indonesa. Visa: Los panameños tienen hasta 30 días de permiso como turistas. Hospedaje y alimentación: Hay para todos los presupuestos y gustos, se puede conseguir habitaciones desde los $15 en adelante y comer en un buen restaurantes desde los $10. Todas las entradas a sitios turísticos tienen un valor, incluso la playa.