Sáb, 05/04/2019 - 12:03
- Destinos
Vivir la experiencia lusa vale totalmente la pena. Encontrarás desde castillos medievales y aldeas de calles adoquinadas, hasta ciudades cautivadoras y playas doradas.
- Moe Petterson
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- mujerpa
Fue una placentera sorpresa visitar tres ciudades de Portugal por unos días. Este destino, no tan famoso como París o Londres, vale totalmente la pena, tanto si lo visitas solo como si unes el viaje a un país europeo hermano.
Su capital es Lisboa, una ciudad muy bella, limpia, ordenada y fácil de recorrer para cualquier turista. Tiene un muy buen transporte público que incluye tranvías, trenes y metros. La mejor forma de visitarla es a pie con un económico pase de turismo. Necesitarás alrededor de tres días para recorrerla y ver su parte histórica, que en su gran mayoría está empedrada y tiene muchas lomas. Hay diversas opciones de hospedaje de todo nivel de precios, y es más barato que Panamá.
La visita a Lisboa se puede dividir en tres áreas. Una de ellas es Belém, donde está el Monasterio de los Jerónimos, el Monumento a los Descubrimientos y la torre de Belém. Aquí está la famosísima pastelería de Belém, en donde hacen los deliciosos pasteles de nata portugueses.
En Belém está muy de moda alquilar bicicletas eléctricas por un tiempo, es muy barato y divertido, y una forma diferente de recorrer el área, visitando su nuevo museo de tecnología, el MAAT. Por el centro de la ciudad está el famoso mercado para “foodies”, que se llama Time Out Market, en donde han reunido a los mejores chefs de Portugal. Tiene mucho ambiente y hay de todo, para todos los gustos.
La segunda parte que visitar es el área histórica de Lisboa, cuyos principales puntos de interés son el Convento do Carmo (del cual solo queda la estructura del techo, ya que el resto se destruyó en un terremoto, lo que lo hace un sitio único), el Castelo de San Jorge (el lugar turístico más visitado de Lisboa), la Catedral, el Arco de la Rua Augusta y su Cais das Colunas.
En este punto llegaban y partían las expediciones navales de Portugal. Hay un tranvía antiguo con una ruta turística que toman todos los visitantes. Puedes bajar caminando desde el famoso castillo hasta el mar, parando en los puntos de interés, tiendas de “souvenirs”, cafés y en los muchos miradores que hay en el camino.
La tercera área de interés es donde se encuentran el acuario y el Parque de las Naciones, el área más moderna de Lisboa.
Una visita obligada es pasar el día en el hermoso pueblo de Sintra, a cuarenta minutos en tren desde Lisboa. No te puedes perder el Palacio da Pena, patrimonio de la Unesco. Es una hermosa edificación de colores amarillo y rojo, que parece de cuentos de hadas. A unos cuantos metros del palacio está una muralla con fortificaciones llamada el Castelo do Mouros, y más hacia el centro del pueblo se encuentra la popular Quinta da Regaleira, un palacio con jardines privados y un conocido pozo de iniciación masónico bajo tierra con una escalera en espiral y ventanas de piedra.
Sintra es un lugar hermoso y vale totalmente la pena. El tren cuesta menos de dos dólares y te puedes mover a través de un bus turístico, que hace el recorrido en círculos a todos los puntos de interés.
Lisboa es una ciudad linda, pero a dos horas en tren queda Porto (u Oporto), que se lleva el premio a la ciudad más bella de Portugal. El hecho de que esté al borde del río Douro (Duero), que tenga muchas vineras, cafés, restaurantes, un ambiente increíble y vistas espectaculares, lo hace un lugar particular.
Aquí puedes pasar dos días recorriendo con calma los sitios de interés y relajarte al borde del río mientras degustas los vinos del puerto. Llegas de un lado al otro de la ciudad cruzando a pie el famoso puente Don Luis. De un lado queda el mercado do Bolhao y en el barrio de Ribeira quedan la catedral, la iglesia de San Francisco (si vas a visitar una sola iglesia, es esta) y la del Carmen, la estación de San Benito, la torre de los Clérigos y la famosa Livraria Lello, que inspiró la librería de las películas de Harry Potter. Hay un funicular que te lleva de la parte alta del Duero al borde del río.
En Portugal hay otros destinos de interés, como Fátima, Obidos y Cascais, así como muchos destinos de playa. Es un país encantador con gente muy amable en el que puedes pasar unos días solo, en pareja, en familia o con amigos disfrutando de sus atractivos, su comida y, sobre todo, de sus pasteles de nata.
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