- Destinos
tomarse una bebida en Londres puede llegar a convertirse en una atracción turística más
- Redacción Mujer
- revistamujer@epasa.com
- @MujerPa
- mujerpa
Un viaje a Londres deja de serlo sin una visita a un tradicional pub en el que beber una buena cerveza. La capital británica ofrece una gran cantidad de locales para todos los gustos y cinco de ellos son de parada obligatoria por su curiosa estética, por su historia o por las actividades que ofrecen. La variedad de pubs disponibles va en consonancia con la heterogeneidad y diversidad que caracterizan a la ciudad, por lo que tomarse una bebida en Londres puede llegar a convertirse en una atracción turística más.
Aquellos que quieran volver a su infancia han de conocer el Ballie Ballerson en el vibrante distrito de Hackney, al este de la capital. Este pub ofrece la posibilidad de pegarse un baño en una piscina de bolas tras tomarse un cóctel y haber disfrutado en la pista de baile. Más de un millón de bolas y un ambiente de lo más festivo convierten a este local en un lugar especial e inédito en el que volver a tener cinco años.
También hay espacio en el exclusivo barrio de Mayfair para tomarse una copa de forma diferente. Tras un día de compras por la zona comercial de la capital merece la pena detenerse en el Ice Bar London, en una calle perpendicular a la conocida Regent Street. Es obligatorio ataviarse con un abrigo y unos guantes para entrar en este local, ya que tomarse una cerveza se convierte en toda una experiencia a cinco grados bajo cero. Se trata de un lugar no apto para frioleros donde las esculturas, la barra donde se sirven las bebidas y hasta los vasos están hechos de hielo.
Con los dardos como protagonistas, el Flight Club Darts asegura una noche de diversión entre amigos con comida, bebida y decenas de dianas repartidas en dos plantas. Con tres ubicaciones -Bloomsbury, Shoreditch y Victoria- este pub luce una decoración única y promete buena música y un cálido ambiente para disfrutar de forma distinta jugando a los dardos mientras te tomas un cóctel.
Tampoco faltan en la ciudad los locales para los que desean retroceder unos siglos atrás y gozar de una copa en una atmósfera más tradicional. Considerado por muchos como el bar más difícil de encontrar en la capital británica, hay que buscar durante un rato hasta dar con el Ye Olde Mitre, uno de los pubs más antiguos de la ciudad escondido en una pequeña callejuela en el barrio de Holborn. Con una clásica fachada decorada con flores y plantas, esta taberna es perfecta para quienes desean beber una cerveza al más puro estilo inglés, sentándose en los butacones y sillas de maderas que adornan el interior del local. Fue construido en 1546 y se convirtió en el lugar en el que bebían los sirvientes que trabajaban en el cercano palacio de los obispos de Ely durante el reinado de Isabel I. De hecho, el pub aún conserva el tronco de un cerezo alrededor del cual se dice que la mismísima reina bailó en el siglo XVI junto a Christopher Hatton, lord canciller de Inglaterra.
Por otra parte, en el corazón de la City de Londres, The Blackfriar es uno de los únicos pubs con decoración 'art noveau' de la ciudad. El edificio fue construido en 1875 y su nombre se debe a que se erige en un lugar donde se encontraba un convento medieval dominicano. Espejos, frisos y frailes en mármol envuelven el interior del bar, remodelado por H. Fuller Clarke, en el que la luz se cuela a través de las vidrieras generando una atmósfera característica en la que deleitarse con una de las muchas cervezas y aperitivos que ofrece el local. El bar solía estar dividido dependiendo de la clase social a la que se pertenecía y se puede ver en los materiales utilizados, mientras el salón están en mármol y bronce, la barra luce en madera.
Estos son solo algunos de los muchos pubs curiosos que merece la pena visitar en Londres, una ciudad en la que los planes y las actividades para divertirse son infinitos e incluso tomar una cerveza llega a ser una verdadera experiencia para contar.
Leer más: Ir a tomar cervezas con amigos de vez en cuando también tiene consecuencias