Lo que debes saber sobre la alimentación complementaria

Los procesos de crecimiento de los bebés incluyen diversas etapas de su alimentación, como la alimentación complementaria que busca, como su nombre lo dice, complementar con alimentos sólidos la alimentación del bebé que hasta ese momento era de solo leche materna o fórmula infantil. Durante el primer año de vida, la leche materna ocupa el primer lugar como alimento predilecto nutricionalmente hablando del pequeño, y lo que se añada debe ser más bien en una posición secundaria. 

Es importante la implementación de alimentos sólidos a partir de por lo menos los 6 meses de vida del bebé, aunque algunos pediatras pueden recomendar iniciar antes, ya que esto les ayuda a cubrir las necesidades de calorías o energía que requieren para su crecimiento, además se inicia una nueva etapa que involucra la memoria sensorial (sabores, texturas, olores etc, de los alimentos).

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Para iniciar la alimentación complementaria de forma adecuada, también es necesario considerar el estado de preparación del bebé, como, por ejemplo, que mantenga la cabeza sostenida, puede permanecer sentado, tenga agarre con las manos, entre otros reflejos necesarios.

Aunque no hay que seguir un calendario específico para introducir alimentos en la dieta del bebe, se suele iniciar con cereales, frutas, vegetales, verduras (arroz, trigo, zapallo, camote, otoe); también se puede ofrecer menestras como lentejas, arvejas y otros, las carnes se recomienda iniciar con aves como el pollo, carnes y pescado en forma paulatina, los quesos se recomienda al mes 10 aproximadamente y en cantidades pequeñas. Por supuesto, esto también dependerá de la presencia o no de alguna condición de intolerancia o alergia alimentaria que haya presentado él bebe hasta ese momento. 

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No recomendados antes del año de edad

 Para fomentar una memoria de sabores auténtica y favorecedora de promover la aceptación de diferentes grupos de alimentos se recomienda evitar añadir sal, azúcar, miel y ultraprocesados a la alimentación del bebe. Además, se recomienda evitar el consumo de leche de vaca, carnes de caza, alimentos crudos como sushi o alimentos poco cocidos, algas, alimentos muy duros o crujientes que pueda dar riesgo de atragantamiento, evitar el aporte en exceso de vegetales de color verde oscuro como acelgas y espinacas.

La cantidad de alimentos complementarios que se ofrece al bebé debe ir ligado a la señal de hambre y saciedad, y la frecuencia y cantidades puede ir variando a medida que van creciendo, aproximadamente entre los 9 meses pueden estar teniendo unas 2 comidas complementarias al día y cercano al año deben ser unas 3 comidas al día y 1 a 2 meriendas. 

Por otro lado, se recomienda incluir uno a uno los alimentos nuevos, con un espacio entre 2 a 5 días, lo que puede ayudar a considerar la tolerancia de los mismos. La consistencia debe iniciar como puré pero se debe ir modificando gradualmente entre los meses 7, 8 y 9 hasta lograr preparaciones grumosas, papillas pero con consistencias semisólidas.

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