Donando esperanzas

El trasplante y donación de órganos, aunque sean dos temas diferentes, han sido una sinergia que ha salvado vidas por años. Este tema viene dando vueltas en la medicina desde 1933, cuando el ruso Voronoy realizó el primer trasplante renal a una joven en coma urémico, a partir de un hombre de 60 años. Los riñones trasplantados funcionaron difícilmente por solo dos días, después la paciente falleció. Los avances en la tecnología han cambiado las percepciones sobre el tema, aunque todavía existen opiniones encontradas por creencias religiosas. En Panamá, la historia es un poco diferente y más alentadora, ya que en 2010 se implementó la Ley 3 del 8 de febrero del 2010, la cual regula la actividad de trasplantes. Dicha ley creó la Organización Panameña de Trasplante, una autoridad autónoma, la que trabaja en conjunto con los tres componentes del sistema de salud, compuesto por el Ministerio de Salud, la Caja de Seguro Social y las clínicas privadas. La misma tiene como misión crear actividades que promuevan los trasplantes a lo largo del país. Igualmente cuentan con una Lista de Espera Nacional, donde aparecen anotadas todas las personas que están en espera de un trasplante de componente anatómico en Panamá.

 

La ciencia ha avanzado y ha permitido que se hagan trasplantes de riñones, hígados, corazón, páncreas, pulmón, aunque también se está trasplantando otros tipos de órganos. Los de córneas, huesos y piel son los tejidos más comunes que se trasplantan en el mundo y en cuanto a células, las hematopoyéticas (médula ósea). En Panamá hasta la fecha solo se realizan de riñones, hígado, córneas y huesos. 

 

Los casos de insuficiencia renal en Panamá están en aumento, por año, la cifra representa 180 pacientes nuevos que requieren una diálisis tres veces por semana. De la misma forma que la lista de espera por insuficiencia renal de la Caja de Seguro Social está en 211 pacientes hasta la fecha. 

 

Los trasplantes requieren de la compatibilidad de diferentes parámetros biológicos entre donante y receptor. Tras el acto quirúrgico, los pacientes trasplantados deben someterse a un tratamiento inmunosupresor que frena el rechazo, que es la respuesta del sistema inmune al reconocer el órgano como extraño. Hay personas enfermas que sufren un daño irreversible en uno de sus órganos y que no pueden curarse con tratamiento médico. El trasplante es para ellos la única solución para evitar la muerte o para llevar una mejor calidad de vida.

 

Los especialistas dicen que los órganos de una persona donante pueden salvar o ayudar hasta 55 personas. La donación se puede hacer en vida, o cuando el donante fallece. La Organización Panameña de Trasplante ha ideado un sistema un Registro Nacional de Donantes. Las personas que hayan manifestado en su cédula, licencia de conducir o carné de seguro social que quieren ser donantes, aparecerán en dicha base de datos. También si quieres ser donante, puedes acudir ante un notario público y mediante un documento legal establecer tu deseo de ser donante. Si no, te puedes inscribir en la Coordinación Nacional de Trasplante de CSS. Existen muchas dudas respecto que si todos somos capaces de donar, en general sí, aunque si una persona murió de cáncer o de una enfermedad infecciosa, los órganos y tejidos no se toman en consideración. Sin embargo, algunos pacientes de cáncer pueden donar las córneas. De igual forma, los especialistas médicos evaluarán tu historial médico para determinar su capacidad de donar. Antes de trasplantarse, los órganos y tejidos son sometidos a pruebas para constatar la presencia de enfermedades infecciosas, como hepatitis, sida y otras infecciones virales. 

 

Un tipo de donante son las personas que están vivas (los más indicados), y que donan un riñón o una porción de su hígado o páncreas. Se realiza un protocolo para medir la compatibilidad con el paciente. Estos donantes no van a tener desventaja para su vida ni en su funcionamiento normal por haber sido donante. 

 

El segundo tipo es el donante fallecido, aquel paciente que por una lesión en el cerebro, bien sea por tumor, sangrado, aneurisma, disparo en el cráneo, accidente de tránsito, entre otros, sufre una muerte cerebral. Al morir el cerebro, antes que el corazón, permite que el segundo siga recibiendo sangre y sus órganos sigan funcionando por unas cuantas horas. Es en este momento cuando se solicita a la familia la donación y es sin duda una situación difícil, porque muchas personas consideran que el corazón sigue latiendo y no asimilan su pérdida. La muerte cerebral no es un estado de coma y es irreversible. Cuando esto sucede, lo más probable es que un coordinador especializado aborde a la familia y le comente sobre las posibilidades de la donación de sus órganos o tejidos de acuerdo con la necesidad de los programas de trasplante existentes. 

 

La comercialización ilegal de órganos es una práctica tan inhumana que se puede dar con el consentimiento de la persona o sin él, por ejemplo, casos de raptos y secuestros. En países como Bangladesh y China se ha vuelto un práctica común, por los bajos recursos de las personas; donde el 78% de los habitantes viven con unos ingresos de menos de 2 dólares al día (y sin los servicios y bienes gratuitos que otras naciones sí ofrecen a sus ciudadanos). Por dar un ejemplo, la venta de un riñón, en Bangladesh, es de 1,400 dólares, aunque esa tarifa ha bajado bastante. La miseria y la desesperación de unos hacen que prospere el negocio de otros. china mejorará su métodoEn el 2012 un 64% de las donaciones procedieron de prisioneros, ahora el país dejará de usar este sistema a partir de noviembre. Se debe a que se harán más programas de donación voluntaria en China. Además que derechos humanos lo consideran como abuso, ya que no se le pide autorización a los parientes. Los chinos son poco partidarios de donar sus órganos por razones culturales y sociales. Muchos creen que reencarnarán tras la muerte, por lo cual quieren mantener el cuerpo intacto cuando son incinerados o enterrados.Clínica de salud renalVarios estudios determinaron que los distritos de Penonomé y Antón tienen alta incidencia de problemas de diabetes, presión alta e insufiencia renal. Una solución ante este problema fue la instalación de una moderna sala de salud renal, en el Hospital Aquilino Tejeira de Penonomé, provincia de Coclé. Será una solución para aquellos pacientes que necesitan recibir diálisis.