Jue, 03/03/2016 - 20:38
- Reportajes
Historia y arte urbano sobre ruedas, más que una ausencia física, una manera de perder nuestra cultura panameña
- Gina Prestán
- gina.prestan@epasa.com
- @ginaprestan
- ginaprestan
Frases como “¡parada!”, “échense pa’trás que caben más” o “los puestos de la izquierda son de tres” ya no las oiremos más en los transportes públicos, mejor conocidos como “diablos rojos”.
Lo cierto es que desde muy temprano estos guerreros de la calle empezaban su faena, recogiendo a las personas para llevarlas a su trabajo. Bien o mal, parados o apretados, tarde o temprano, todos llegaban a su destino.
Tal vez algunas personas sientan alivio, ya que el actual sistema de transporte, metrobús, es más amigable, cómodo y hasta más efectivo para llegar a sus hogares. Pero quizás otros sentirán nostalgia al saber que estos íconos de la cultura desaparecerán. Y es que su historia se viene pintando desde hace más de 40 años.
Primero fueron usados para trasportar niños a las escuelas en Estados Unidos, originalmente eran de color amarillo. Pero al llegar a Panamá fueron rápidamente transformados. A finales de 2012, unos 2 mil buses salieron del sistema de transporte, lo que ocasionó una erogación de $74 millones de dólares en compensación, que ha tenido que asumir el Gobierno.
El 15 de marzo del 2013 fue el día que se designó para que los “diablos rojos” salieran de circulación. Muchos transportistas se opusieron a la idea alegando que trabajarían hasta que les pagaran su indemnización. Las últimas rutas hábiles fueron: San Pedro, Panamá Viejo, Ciudad Radial, Ciudad Bolívar, Alcalde Díaz, Balboa y Veranillo. Agustín Quezada, uno de los mil 200 transportistas que están en espera de su indemnización, comentó que él solo espera recibir sus 25 mil dólares para iniciar un negocio.
Algunos se preguntarán qué pasará con los buses después de que salgan de circulación, pues una vez los transportistas sean compensados, los “diablos rojos” pasarán a ser propiedad del Estado. Luego se enviarán a un patio ubicado en el sector de Howard, donde serán desarmados por la empresa Panama Metal Recycling (Pamersa). Dicha compañía tomará el metal y lo compactará para luego exportarlo a plantas de reciclaje en países industrializados. Cabe destacar que este procedimiento no le cuesta al Estado, sino a Pamersa, que pagará $100 dólares por cada tonelada recolectada. Dicho dinero obtenido será depositado al fondo que usa el Estado para el subsidio del pasaje en el metrobús. Hoy día, más de 500 buses han sido des armados.
Así terminó el pintoresco viaje que formó parte de canciones, editoriales de moda, postales, exhibiciones de arte hasta documentales, en fin, parte de nuestra cultura nacional. Pero la historia no se tornó tan gris, algunas personas sacaron lo mejor de estos transportes y lo volvieron arte. Icónicas frases como “tus palabras me mantienen en la fama”, “demuestra tu talento y no hables tanto” o “si Dios conmigo, quién contra mí” las podías leer a metros de distancia; sin mencionar las burlescas imágenes de celebridades, que algunos no lográbamos reconocer; así como también las luces incandescentes o el bullicio de sus canciones, son algunos de los originales detalles que componían a estos móviles. La decoración de los buses es algo tan único, que entre más ornamentos tuviera, mejor. Arte rodante, que revolucionó al estilo urbano. Algunos artistas están descubriendo otras salidas para su talento. Han tenido que recurrir a pintar en restaurantes, hoteles, bares, peluquerías y otros negocios que utilicen el arte popular como una forma de publicidad. Mientras Óscar
Melgar, uno de los decoradores de buses más sobresalientes, se ha transformado en un pintor de estudio, trasladando la estética de los “diablos rojo s ” a los lienzos colgados en galerías. Bajo este estilo, personas han optado por pintar paredes y murales. Es el ejemplo de la galería Diablo Rosso, donde han adecuado un espacio a lo muy panameño con la parte de atrás de un bus. Así como este centro cultural, otros han ido adoptando dichas piezas para integrarlas a los espacios, logrando un ambiente netamente típico.
Los “diablos rojos” son tan panameños como el arroz con pollo, el sancocho o el Canal. Tanto es así, que cada extranjero que pisa Panamá pregunta sobre su procedencia y el porqué de su llamativa pintura. Algunos pensaron instantáneamente en los negocios, y empezaron a hacer “souvenirs”, camisetas, entre otros. Randal Archibold, periodista del New York Times, publicó una crónica titulada “In Panama City, Colorful Red Devil Buses Yielding to Paler, Safer Kind” sobre la experiencia en este transporte, en la que entrevistó a personas en la calle que contaban su día a día, también recalcaba el valor cultural que estos buses aportan. Archibold mencionó que música como la bachata, la salsa, no podían faltar, que incluso iban sincronizadas con el sonido de los motores. Su artículo mencionó la transición que estaríamos pasando. En la que 300 metrobuses esperan la salida de los “diablos rojos”, y que la empresa ‘Mi Bus’ operará el 100% de las rutas.
La Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) anunció que ‘Mi Bus’ debía hacer el recorrido de las rutas que serán compensadas. Veranillo y San Miguelito son las rutas más pobladas de ‘diablos ro jos’ de la ciudad capital y es donde las personas se preguntan si se podrá cumplir. El Gobierno analizaba la idea de implementar una ruta interna que conectara con los buses que circulan desde las afueras al centro de la ciudad por la Vía España, la Tumba Muerto y la Transístmica. Según Roberto Moreno, director de la ATTT, los conductores de “diablos rojos” que circulen después de su fecha límite serán multados con $150 dólares y les removerán el vehículo.
Y así al mejor son del cantautor Pedro Altamiranda “porque mi bus es máquina e colores, mezcla de razas, clases y olores” solo quedarán los recuerdos, historias y romances de los diablos.
Un proceso inimitable
Para homenajearlos, las artistas visuales Mariana Núñez y Priscilla Conte recopilaron una serie de piezas pintadas por el artista Óscar Melgar, quien lleva más de 20 años en este arte, y las colocaron en la casa de modas, Hermès. El resultado fue un interior con una estética propia que coordinaba perfectamente el ícono cultural panameño con las piezas exclusivas de la marca. ¿La razón? Así como los accesorios de la marca cuentan una historia, cada pieza que compone a un diablo rojo lo hace; su elaboración es única.
EN LAS REDES SOCIALES
No te sorprendas que mientras navegas en Facebook te encuentres perfilesdedicados al arte urbano como: Yeyo Star Crew Panama, My Name is Diablos Rojos Panama, Historias del guetto bus o Diablos rojos 507 Crew. Aquí encontrarás vivaces imágenes y hasta fotos del procedimiento al pintarlos. Si te interesa contactar estos artistas, puedes hacerlo por este medio.
DÍA DEL CAOS
Uno de los días más críticos llegó, como algunas personas lo han anticipado los Metro Buses no serían suficiente para la cantidad de personas que viajan
todas las mañanas. El Presidente de la República Ricardo Martinelli, admitió que se deben hacer ajustes en el nuevo sistema de transporte, ante las quejas de miles de usuarios por la falta de metro buses y problemas con las recargas de tarjetas. El gobernante panameño se disculpó con los usuarios del Metro Bus por las fallas al sacarse de circulación las nueve rutas.
Procedencia de su nombre
Su nombre tiene origen en las danzas coloniales que los españoles utilizaron para introducir el cristianismo en el Istmo y que se bailan en fiestas religiosas con la actuación de demonios, así mismo de sorprendentes. Hoy día, las personas piensan que se les llama así por la desordenada forma de conducir e inseguridad que presentaban.
Feliz viaje
Historia y arte urbano sobre ruedas, más que una ausencia física, una manera de perder nuestra cultura panameña.
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