Gluten free: una dieta diferente

Tal vez en algún momento has escuchado de la celiaquía o de la enfermedad celíaca, una alteración patológica en el tracto digestivo por la intolerancia al gluten. Pero te preguntarás, ¿qué es el gluten? Es una proteína que se encuentra fácilmente en las semillas de cereales como el trigo, centeno, cebada y avena; estos son los responsables de darle la elasticidad a la harina de la masa, así como también la fermentación, volumen y consistencia deseada.

 

 

Para detectar este padecimiento se debe hacer una biopsia intestinal que consiste en extraer un pequeño trozo de la parte más superficial del intestino. El paciente que se realiza este procedimiento no tiene dolor alguno. Marivi González de Motta nos contó que sus primeros síntomas empezaron a aparecer cuando se le diagnosticó tiroides de Hashimoto, una condición autoinmune que ataca el tejido de la tiroides. Por ello, muchos médicos han llegado a la conclusión de que la celiaquía muchas veces no viene sola, y una de las patologías que la puede acompañar puede estar asociada con la tiroides. Se recomienda practicar el examen para descartarla. Entre los síntomas que las personas pueden tener se encuentran: dolor abdominal, disminución del apetito, diarrea, intolerancia a la lactosa, náuseas, vómitos, pérdida inexplicable de peso, entre otras señales.

 

 

Esta enfermedad no tiene cura, pero bajo una dieta bien cuidada el paciente puede llevar una vida completamente normal. Los especialistas recomiendan una alimentación libre de gluten y lácteos. Estos últimos tienden a ser espesados con ingredientes que contienen gluten. “Hacer el súper, ya después de 2 años y medio de adherirme a una dieta sin gluten, granos y lácteos, es más fácil que al principio. Casi todo mi supermercado lo hago en la sección de vegetales y carnes frescas, ya que procuro comer la menor cantidad de comida procesada. Las pocas cosas procesadas las compro porque ya he leído la etiqueta y sé que no contienen ningún ingrediente que me pueda afectar”, comentó Marivi González de Motta. Además, afirmó que gasta 200 dólares más que las personas que no sufren de esta afección. A Giuliana Venutolo se le diagnosticó hace un año esta enfermedad y un problema que ha tenido que enfrentar es la falta de información; atribuyó que esto complica las interacciones sociales caseras (fiestas en casa de amigos, cenas familiares, etc.), pero sobre todo las salidas a comer. En cuanto a costos, mencionó: “Fácilmente me puedo gastar $100 más de lo que solía gastarme. No sé si es por el constante aumento del costo de la vida, los productos gluten-free o una combinación de ambas cosas”.

 

El mercado panameño ofrece distintas propuestas para complacer a las personas que padecen esta enfermedad. La empresa Sunny Mills inició en 2005 y a partir de múltiples experimentos han formulado harinas de otoe, yuca, plátano, ñame y camote. Las mismas también son exportadas a países como Estados Unidos, Puerto Rico y Alemania. Quien ha utilizado estos productos ha sido la renombrada chef panameña Melissa de León, en la elaboración de deliciosos platillos. En la pasada muestra “Deliciosamente Sostenible”, realizada en la sala de maquetas del Biomuseo, mostró la versatilidad de los productos creados a partir de las harinas Sunny Mills. Otra alternativa para los que quieren hacer sus compras en un ambiente de supermercado es Orgánica Panamá —ubicado en el Paitilla Mall, San Francisco— donde ofrecen productos como pastas, panes, mezclas de pancakes, mermeladas, vitaminas, en fin, todo lo que necesitan para una alimentación sana. También la cadena de supermercados Riba Smith le permite a su clientela escoger el producto de su preferencia, contando con un vasto departamento de alimentos donde encontrarás mezclas, bebidas, snacks y otros. Giuliana Venutolo nos comentó que a la hora de salir a comer, su restaurante predilecto es Maito, ya que su chef Mario Castrellón y su equipo, están muy informados del tema y brindan opciones para los que padecen esta condición médica.

 

 

La base del éxito es aprender a comer. Para eso, Marivi González de Motta apuntó que saber leer las etiquetas es una cosa elemental a la hora de comer. “Ellos ya saben la repercusión que pueden tener en su salud y hasta mi hija de ocho años ya sabe leer las etiquetas de los alimentos, y elegir qué comer a la hora de salir”. En Panamá no existe una ley que regule el etiquetado de los alimentos. Hace un año, Argentina aprobó la reglamentación ofreciéndoles a 500,000 individuos mejores estándares de calidad alimentaria y el acceso a un diagnóstico oportuno. La presidenta Cristina Fernández busca difundir la prevención así como también promover una alimentación saludable, favorecer la detección temprana de la enfermedad y el control de los alimentos. Este país se ubica así a la vanguardia en calidad alimentaria para esos pacientes. Panamá no es el único país con esta problemática, el resto de Latinoamérica afronta la misma situación. Solamente Argentina y Canadá son de los pocos que regulan productos libres de gluten. A nivel mundial, no existe una simbología para designar los alimentos calificados para los celíacos. “Nosotros pensamos que sería lo ideal un símbolo mundial para designar los productos aptos para celíacos, pero mientras esto no se estandarice, es más fácil por lo menos escribir en el etiquetado si contiene gluten o no”, subrayó Valeria Lara, miembro de la Fundación de Celíacos de Panamá. La aprobación del anteproyecto de ley que regula el etiquetado de los alimentos, enviado a la Asamblea Nacional, sería un avance sumamente significativo para la población celíaca panameña.

 

Son muchas las personas que hoy día presentan esta condición. La difusión del tema resultará en una mejor calidad de vida para ellos.

 

FUCEPA es una organización sin fines de lucro que nació por la falta de información y apoyo que existe en Panamá en cuanto a esta enfermedad. Uno de sus objetivos es la solicitud al Estado panameño de la creación de una ley celíaca que asegure el etiquetado con y sin gluten en todos los productos nacionales en el mercado. Además, buscan fomentar el estudio de la enfermedad en Panamá, así como también la organización de actividades sociales para recaudar fondos y facilitar el diagnóstico a toda la población.

Existen varios cuidados a la hora de leer las etiquetas de los alimentos envasados. Se tiene que poner especial atención a los nombres genéricos que no detallan ingredientes, pero que sí pueden contener gluten (Ejem. concentrados proteicos). Los aditivos e ingredientes que se derivaron de cereales, como los almidones y saborizantes naturales, o de la malta, como los colorantes están prohibidos a la hora de llevar una dieta sin gluten. Si en alguna oportunidad la duda lo aborda, lo mejor es no comprar el producto.