La basura, un sucio problema

Mié, 01/27/2016 - 20:47
Una situación que nos afecta a todos. Conoce qué factores son los que han hecho que este fenómeno siga preocupándonos.
Fue la evolución del hombre la que, en muchos sentidos, definió lo que hoy día somos. La búsqueda de sustento, hogar y defensa fueron algunas de las prioridades de nuestros ancestros. En aquel entonces, los cazadores no dejaban nada a su paso: todo era aprovechable. Hasta los huesos de los animales cazados eran rotos a pedradas para usar el tuétano, una inmejorable fuente de proteína. Un poco más adelante los nómadas elegían qué cargar, pues era esencial escoger qué sería provechoso y qué no.
 
Las cosas cambiaron notablemente cuando alguno de nuestros antepasados descubrió cómo aprovechar la vegetación: sembrar, regar, cuidar y cosechar; traía consigo alimento para el futuro. Esta nueva y brillante alternativa se convirtió en la solución de sus problemas actuales, pero así mismo trajo nuevos retos que desde entonces no han cambiado mucho. Ya no parecía importante seleccionar qué usar, si todo lo tenían a su disposición. Y así fue cómo los desechos se volvieron parte esencial de nuestras vidas.
 
A partir de cómo nuestros antepasados se hacían cargo de la basura, se han desarrollado distintas técnicas. Recientemente, medios de comunicación alarmados comentaban cómo Suecia se había quedado sin basura, algo difícil de creer, pero que sí sucedió. En el país nórdico, los residuos se usan para generar electricidad y proveer de calefacción a unos 250,000 hogares. Lo que para el resto del mundo resultaría un sueño hecho realidad, para ellos es sinónimo de mala noticia. Tal es la capacidad de reciclaje en Suecia, que solo un 4% de la basura termina en vertederos, el resto es incinerado dentro de plantas generadoras de energía. Sin embargo, las campañas de concienciación entre la población son tan exitosas que ya no les quedan desperdicios para alimentar sus calderas. Ante esta disminución, el Gobierno sueco se vio en la obligación de importar basura desde Noruega. El arreglo que resultó entre los países vecinos es esta forma: Noruega le paga a Suecia para que se lleve su exceso de basura; los suecos queman los residuos para generar electricidad y las cenizas restantes del proceso de incineración retornan a los vertederos de Noruega. Actualmente, Suecia estudia la posibilidad de importar basura de Italia, Rumania y Bulgaria.
 
Volviendo a nuestro país, Panamá, este problema ha resultado en el último mes uno de lo más mencionados en los medios de comunicación, y es que la situación de la basura no solo afecta físicamente la presencia de las calles, sino que la inadecuada disposición de los desechos es un factor de riesgo para la salud, ya que en la basura se crían y proliferan zancudos, cucarachas, moscas y roedores que inciden directamente en la aparición de enfermedades vectoriales.
 
La Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD), la entidad encargada de la recolección de los desechos sólidos, se ha sometido a múltiples cambios en los últimos meses para poder realizar con éxito su labor, como: el aumento de los camiones, modificación de rutas de recolección, la frecuencia de recolección, los depósitos y hasta la administración. El director de dicha entidad, Enrique Ho, advirtió que este año serán más rígidos con las personas que presenten morosidad en la tasa de aseo y como sanción se les suspenderá el servicio de energía eléctrica. Ho explicó que la medida se hará cuando se logre un acuerdo con las empresas de distribución eléctrica. También concluyó que ya no será opcional pagar la tasa de aseo, sino una obligación.
 
San Miguelito es uno de los distritos que afronta una alta morosidad en cuanto a la tasa de recolección (el corregimiento Belisario Porras ocupa la primera posición y Belisario Frías, la segunda), además la falta de organización de los moradores también es un reto para los recogedores de basura, puesto que cuando recorren las calles las personas aún sacan sus desperdicios. Se estima que en esta zona se recogen entre 450 y 455 toneladas de desechos sólidos. Ricardo González, director comercial de Revisalud, destacó que las zonas donde las personas se mantienen al día son Brisas del Golf, San Antonio, Villa Lucre, Fuente del Fresno y Altos de las Praderas. También señaló que el sector 4 de Samaria es uno de los más organizados en cuanto a la disposición de la basura.
 
La recolección no es solo una de las aristas del problema, otras que podemos mencionar son los sitios donde depositan la basura. Existen dos populares maneras para hacerlo: vertederos y rellenos. Iniciemos con los vertederos, estos se realizan en sitios apartados y allí simplemente la basura reposa a cielo abierto. Para algunas personas resulta ser un método algo arcaico y poco higiénico, ya que trae consigo malos olores. En Panamá, el Cerro Patacón funcionaba como un vertedero, hasta que la empresa Urbaser Plotosa convirtió este espacio en un relleno sanitario, aunque ahora la que se encarga del proyecto es la empresa colombiana Urbalia. Los rellenos sanitarios han sido la opción que se espera a implementar en todos los vertederos de Panamá, hasta en el interior. Esta técnica, que es más elaborada, cuenta con estructuras para no perjudicar a la salud y el ambiente. Este método utiliza los principios de la ingeniería para aislar la basura y esto se hace cubriéndola con capas de tierra diariamente y compactándola para reducir su volumen.
 
Finalmente, la otra causal, en la que todos podemos contribuir, es en el reciclaje. Panamá no cuenta con una cultura de segregación, uno de los beneficios sería la disminución de desperdicios en los vertederos. Según Javier Díaz, ministro del Minsa, se está pensando en una “ley de desechos”, la cual mejoraría el manejo y la recolección. Con esta norma se cree que se acabarían las situaciones que actualmente enfrentamos.
 
 
Morosidad de millones de dólares
Hasta la fecha, 232 mil clientes residenciales y comerciales adeudan $55 millones en la tasa de recolección de basura, de los cuales $47 millones corresponden a los usuarios residenciales y $8 millones a los comercios. Los corregimientos de la capital en los que hay más clientes morosos son: Juan Díaz, Alcalde Díaz, Las Cumbres y El Chorrillo. La suma de esos lugares es de $17.1 millones, mientras que Tocumen debe $4.8 millones, Pedregal $4.7 millones y la 24 de Diciembre $2.7 millones de dólares.
 
Segregadores
La empresa Urbalia, encargada del relleno de Cerro Patacón, creó unas galeras de segregación en las que los pepenadores podrán extraer materiales como: papel, latas, plástico, hierro, aluminio y madera para venta. Estos ingresos representan el sustento diario a estos recolectores, quienes deben pasar por distintas pruebas médicas para poder ingresar al relleno sanitario.
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