Tras el arte de la tinta

Mié, 03/02/2016 - 21:06
Un mundo lleno de colores y aventuras que todavía despierta sentimientos encontrados en Panamá y el resto del mundo.
A lo largo de la historia, los tatuajes han sido una manera de modificar el cuerpo, ya sea de forma transitoria o permanente, han trazado un significado superior en las culturas. Lo que ha variado con el tiempo son las motivaciones, ya que en un inicio los aborígenes acostumbraban a colorearse el cuerpo con el fin de protegerse de las inclemencias ambientales como el calor, los insectos, entre otras cosas. Y quizá también tuvo un uso ornamental, con el objetivo de producir en los demás una impresión agradable. Sin embargo, su origen se remonta a la era neolítica, y como prueba de este hecho está que, en 1991, se encontró una momia dentro de un glaciar en los Alpes austro-italianos que tenía alrededor de 57 tatuajes. Dicha momia, bautizada como Ötzi u “hombre de hielo”, tenía la espalda y las rodillas tatuadas. Esto hace que los investigadores determinen que el tatuaje es casi tan antiguo como los humanos. Incluso se cree que, por la posición del Hombre de Hielo, las marcas cumplieron un fin terapéutico, semejante a la acupuntura. Otras famosas momias antiguas con tatuajes que se han encontrado han sido la momia de Amunet (que data de 3000 años), proveniente del Antiguo Egipto, y la momia de Pazyryk en la meseta de Ukok, que era una sacerdotisa de la diosa del amor y la fertilidad Hathor, en Tebas. 
 
Desde tiempos inmemoriales, las mujeres han buscado la forma de llamar la atención por su belleza y encantos. Sin ir más lejos, desde el maquillaje hasta los peinados, el género femenino utiliza los más variados recursos para destacarse en la retina del público masculino. En este sentido, los tatuajes en las mujeres resultan ser un foco de atracción, transformándose en un fenómeno creciente en el mundo. 
 
Un estudio de la Universidad de Bretaña del Sur (Francia), liderado por el investigador Nicolás Guéguen y publicado en los Archives of Sexual Behavior (Archivos de Comportamiento Sexual), concluyó que las mujeres con tatuajes son percibidas como “más fáciles” por el sexo opuesto. Es interesante cómo un símbolo de coquetería, o mera expresión artística, puede ser visto erradamente por los hombres. Dicho estudio se realizó con 11 mujeres, quienes solo vistieron trajes de baño en la playa. El 50% de las veces, las chicas usaron un tatuaje temporal en la parte baja de su espalda. Tras ello, los investigadores descubrieron que los hombres se acercaban más veces (y más rápidamente) a las que tenían tatuajes. Los resultados arrojados en esta instancia, fueron que los hombres vieron a las participantes con tatuajes como más propensas a salir en una cita y más dispuestas a tener sexo en la primera cita, en relación a aquellas sin tinta en su cuerpo. Asimismo, “las mujeres con tatuajes también fueron vistas como más atractivas que las mujeres sin tatuajes”. Algunos críticos disputan sobre esta teoría, ya que solo ubicaron los tatuajes en la parte baja de la espalda.
 
Aunque estemos en pleno siglo XXI, todavía existen prejuicios y opiniones encontradas sobre este tema. Grace Solarte, de 23 años, quien tiene alrededor de cuatro grandes piezas en su cuerpo, nos comentó que cada vez son menos las personas que se escandalizan y son las generaciones mayores las que se asombran. “En la calle me miran bastante, no mal, sino con cierto interés. Más que nada les intriga saber si soy de Panamá, a veces piensan que soy de España o Argentina ” acotó. 
 
Mientras, Valerie Troncoso, también de 23 años, nos contó que “hay quienes me dicen qué lástima que sean tan bonita y te hayas dañado con todos esos tatuajes”. Aunque recuerda una anécdota positiva: “una vez, mientras subía un elevador, un viejito me miró de arriba a abajo y me dijo que mis tatuajes eran hermosos, y que él y su esposa estaban planeando hacerse uno pronto”. 
 
Una encuesta en el sitio losrecursoshumanos.com reflejó que el 85% por ciento de sus participantes consideran que los tatuajes y los ‘piercings’ perjudican las posibilidades de una persona de conseguir empleo. “Para los empleados, la mejor solución es no mostrar su arte personal”, dijo John Heins, jefe de Recursos Humanos de Spherion, una empresa de contratación de personal con sede en Florida. La mayoría de las empresas sí les abren espacio. No les dicen que no les van a dar trabajo; solo les dicen a los empleados nuevos que usen su sentido común para mostrar un aspecto presentable en el trabajo. 
 
Grace agregó: “nunca en mis trabajos me he tenido que tapar los tatuajes. Siempre los lucí con una imagen formal y arreglada. Natural, como si fueran un lunar”. 
 
“Creo que hay personas que se los hacen por moda, otros que lo hacen porque tienen un significado para ellos, y hay quienes simplemente encuentran paz al expresarse sobre su propia piel. Creo que somos adictos a contar historias, no a la misma tinta”, dijo Valerie respecto de si son, o no, adictivos los tatuajes. No hay nada que compruebe esta premisa, aunque la mayoría de las personas tatuadas no se queda con uno, ya que dicen que es de mala suerte tener un número impar. 
 
Una pregunta recurrente es si el que tiene tatuajes puede donar sangre. La respuesta es que el único impedimento que se les pone a las personas que desean donar sangre y que se han realizado un tatuaje recientemente, es que deben esperar cuatro meses. El mismo tiempo se le aplica a las personas que se han puesto un ‘piercing’, que han sido sometidas a acupuntura sin material desechable, sufrido algún tipo de intervención quirúrgica importante, se le ha practicado una endoscopia o han estado en contacto y/o convivido con personas que han padecido de hepatitis. 
 
Este arte indeleble es una tema bastante extenso, fascinante e interesante al mismo tiempo tanto para las personas que se los realizan, conocidos como ‘tatuadores’, como para quienes los tienen. 
 
Origen del término Esta palabra se originó de la lengua inglesa ‘tattoo’, tomada del tahitiano ‘tato’ lo que significa ‘tatuar’. Fue registrada por primera vez en Tahití por el inglés James Cook en 1769, durante su viaje a diversas regiones del Pacífico. Entre los maoríes, de Nueva Zelanda, se usa el verbo ‘ta’ con el significado de tatuar y se cree que de allí puede derivarse la voz tahitiana. Sin embargo, el hábito de grabar dibujos en la piel de forma permanente, con tinta o con cicatrices, tiene un origen casi tan antiguo como el mismo ser humano. Panamá Ink Fest Panama City Ink Fest es la única convención internacional de ‘tattoo’ que se celebra en Panamá anualmente. Este evento cuenta con la participación de grandes artistas nacionales e internacionales de diferentes puntos del mundo con el fin de promover el arte corporal en todas sus formas. Este año será en el Palacio Dorado, en Plaza Mirage, el 16, 17, 18 de agosto.
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