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La economía naranja en Panama está logrando ser reconocida, son varias las personas que están parte de este movimiento, este reportaje explica qué es y por qué es tan importante.
- Keren Batista
- keren.batista@epasa.com
- @kerenbatista
- mujerpa
Estamos en un momento de transición en el que el mundo digital va en primera fila. Por tal razón es que, por ejemplo, los periódicos y revistas buscan tener presencia en este nuevo medio, y empiezo por aquí a manera de referencia porque en la historia, los medios de comunicación han cumplido un papel importante en el mundo de la información, de dar a conocer noticias, historias de lo que pasa; es así como con la llegada de la imprenta de Gutenberg, aunado a la Revolución Industrial, tuvieron un gran significado en el desarrollo en todos sus aspectos, entre estos el publicitario y, por consiguiente, grandes resultados en la economía.
De ahí a nuestra actualidad, tenemos un nuevo “boom”, ya no se trata de imprentas —estas siguen en la paradoja de lo impreso versus lo digital—, debido al auge del internet y sus conexiones, nos encontramos con que el “79% de los casi dos millones de panameños que utilizan la red declara acceder a los medios sociales con regularidad...”, este fue el resultado de una encuesta realizada por Datanalisis-Tendencias Digitales.
Al hablar de redes sociales, 1,400,000 tienen un perfil en Facebook (39% de la población), 884,000 utilizan Twitter (24%) y 700,000 acceden a Instagram (19%), también dice la encuesta.
Las redes se han establecido de manera tal que, además de ser sociales, se consideran como los nuevos medios de información, permitiendo que los informantes seamos tú, yo y los otros. Pero las redes, además de compartir noticias, y recordarnos el cumpleaños de alguien, también son aliadas íntegras de las nuevas mentes, aquellas personas que están emprendiendo proyectos ya sea educativos, comerciales, sociales y/o culturales.
Lo cierto es que estamos todos interconectados, o al menos es lo que está tratando de hacer Mark Zuckerberg (creador de Facebook) con el proyecto Internet. org, que ya es visible en el país, y que trata de darles oportunidad a todos de tener acceso a internet.
Ahora bien, tomando en cuenta el auge de las redes, hay que mencionar que el 26% del total de la población de Panamá son personas jóvenes, que se encuentran en el rango de edad de 15 a 29 años. La suma de personas jóvenes ascienden a 859,046, según el Censo de Población y Vivienda 2010.
Y por qué mencionar estas cifras, pues bien, aquí es donde entramos, “al pensar en nuevas generaciones no debemos hacerlo solo como el relevo poblacional o de fuerzas productivas, sino de las ideas, las formas de hacer y pensar...”, expresa el periodista y profesor en ciencias sociales, Héctor Fárina Ojeda en una columna titulada, Juventud y la economía del conocimiento. Es así como esta explosión de conexiones, mencionadas al principio, son características de lo que se conoce como Era de la Información, también conocida como Economía del conocimiento, ambos términos son pilares de la sociedad actual y, por siguiente, la razón por la cual hoy, también, se encuentren personas jóvenes involucradas en los temas de emprender, innovar, proponer, atreviéndose, arriesgándose y experimentando nuevas vías para su desarrollo, así también, aportando con sus ideas en temas que el sistema no ha podido.
Por tal motivo, es que hay un empuje en eventos culturales y artísticos, hay nuevas películas locales, grupos colectivos, productos nacionales que aportan a la identidad del país, páginas web que brindan soluciones, movimientos culturales y también de ciencia. Toda una red en la que las ideas no se quedan en papel.
Todo este movimiento es parte de lo que se denomina Economía Creativa, también conocida como Economía Naranja, “un concepto que salió en el 2000 y que causó escepticismo porque no se sabía si se hablaba más de cultura que de economía” — ha explicado Edna dos Santos-Duisenberg, consultora internacional y asesora en políticas de Economía Creativa y Desarrollo para la Unesco en la conferencia “Economía creativa: El poder blando de la era del conocimiento”— en el encuentro llamado ‘TRAMA: Cultura, Innovación y Economía Creativa’, que se realizó el pasado mes de septiembre en la Ciudad del Saber. Dicho evento agrupó también a expositores nacionales, personas emprendedoras que hablaron sobre sus proyectos y experiencias en este nuevo tema.
Cultura + economía
El comportamiento en la sociedad en la que se vive actualmente es distinto, ya que las personas son más participativas, los consumidores se hacen escuchar e interactúan, mencionó Duisenberg, quien tiene 15 años trabajando en el tema de economía creativa, ella también explica que las actividades económicas basadas en el conocimiento, el principal insumo es el intelectual.
Dicho esto, Duisenberg subrayó para todos los que están interesados en el tema en que es “muy importante promover productos, servicios que no solamente beneficien empresas, sino que también proporcionen el bienestar social porque ese es el objetivo mayor”.
Otro de los puntos importantes es que con la economía creativa, el desarrollo humano es sostenible, es decir, un instrumento de inclusión social, por ejemplo, la transformación de la ciudad de Medellín, que mediante programas culturales y artísticos lograron incluir a jóvenes en situaciones de riesgo social.
En otros países que lideran el tema, esta industria emplea el 20% de los jóvenes. Quizás uno de los factores más sobresalientes y de empuje es que en las crisis económicas en donde por lo general hay recesión, “los productos creativos seguían arriba. Continuaron creciendo y expandiéndose”, mencionó Edna dos Santos-Duisenberg en la conferencia TRAMA.
De la explicación a lo que hay en Panamá
En el 2012 surgió Costéame, un sitio web que es una plataforma para aquellos proyectos que necesitan tener un capital monetario. Sus creadores son Mónica J. Mora, ingeniera industrial; Randy Navarro, diseñador gráfico, y Davinia Uriel Abad, gestora cultural. “Empezamos a ver casos de éxito a nivel internacional de proyectos que estaban utilizando el Internet para hacer campañas de recaudación de fondos “online”, modalidad a la que se le daba el nombre ‘crowdfunding’”, dijo Davinia Uriel, y añadió: “pensamos que en Panamá todavía no se conocía mucho sobre el tema, pero había mucha necesidad y así nació www.costea.me, con la motivación de que fuera un medio para ayudar a muchas personas a realizar ideas y proyectos geniales…”.
Por esta plataforma han pasado 22 proyectos y se han recaudado más de 85,000 dólares por parte de más de 1,100 personas. Y, 75% de los proyectos lanzados han sido de tipo cultural (obras de teatro, representación de artistas panameños en el extranjero, festivales, días culturales y otros) y el resto ha sido en el área ambiental, de emprendimiento y social, añadió Uriel.
Entre los proyectos que han pasado por Costéame está la Buena Guía de Almanaque Azul, un libro de turismo sustentable que recoge destinos de un extremo al otro del país, dando a conocer lugares importantes no solo por su belleza, sino también por el contexto histórico y cultural; lo interesante del libro es que es de colaboración, es abierto a que toda persona que quiera escribir sobre un tema del país o hacer una expedición a un sitio recóndito, lo dé a conocer. “La primera guía de viajes Almanaque Azul la publicamos en 2013 y fue un éxito. Vendimos 2,500 libros en poco más de un año sin publicidad y con una distribución muy limitada. Está claro que hay una demanda para una guía de viajes como la nuestra. Cuando estás viajando por ahí, es mucho más conveniente tener un libro físico que usar un dispositivo que puede quedarse sin batería o sin cobertura. Los libros de viaje se seguirán haciendo de papel por mucho tiempo más”, hace saber Mir Rodríguez, uno de los fundadores de la organización Almanaque Azul y también uno de los editores del libro.
Para Mir, el momento que se vive actualmente es muy interesante, así lo definió, ya que menciona que hay más gente haciendo cine y proyectos editoriales novedosos. Así mismo, agrega, “siempre hemos tenido mucha música, y casi toda es independiente. En realidad, muchas cosas son ‘independientes’ porque no tenemos una industria desarrollada.
Por otro lado, respecto al auge de este tipo de plataformas, que no solo existe en Panamá, hay otras famosas como Kickstarter, Idea, etcétera. Davinia Uriely (Costéame) comentó que “...en la actualidad el consumidor no se deja llevar por lo que dice una empresa de sí misma, más bien se apoya tanto por la calidad o atractivo de un producto como en lo que dicen otras personas sobre el mismo, en este sentido, agrega: “queremos conocer las historias, los rostros, el detrás de cámaras de cómo ese producto o servicio salió a la luz”.
La creatividad en la ciencia: “La creatividad no es exclusiva de los artistas, las hay en las ciencias”, indicó la especialista de la Unesco en la conferencia TRAMA.
En este sentido, podemos traer como ejemplo las obras de Leonardo Da Vinci que estaban conectadas por ambas aristas, ciencia y arte.
El campo científico también representa una oportunidad para emprender y es lo que está sucediendo en el país: Ciencia Lab, parte de Estudio Nuboso, fue escrito por Ela Spalding y se realizó gracias a los fondos que aportaron Senacyt y otros que provienen de Holanda.
Su creadora explica que se trató de una residencia artística de cuatro semanas, en la que tres mujeres científicas —todas trabajan en la Unachi— estuvieron trabajando en pareja con artistas sus investigaciones. Spalding, quien anteriormente estuvo a cargo de otra residencia artística en Arrimadero, Veraguas, donde se involucró a la comunidad, sostuvo que “Panamá experimenta un desarrollo económico acelerado y poco regulado en los últimos años. Irónicamente, este fenómeno tiende a pasar por alto el uso sostenible de los recursos naturales, la difusión de buenas prácticas y la buena educación en comunidades urbanas y rurales”. Respecto al tema de economía creativa, opinó “que en ocasiones, sin darnos cuenta, desvalorizamos nuestro patrimonio natural que también es cultural”.
Directorio de talento nacional
Existen sitios que son de encuentro creativo en la ciudad siendo toda una “red” de apoyo para los nuevos emprendedores como La Alianza Francesa, Centro Cultural Casa Soldado, Casco Station y CoWorking Pty y AROC, este último es un estudio de abogados que se encarga de la propiedad intelectual. María Gilma Arrocha, abogada que dirige AROC, tiene ocho años en este campo, y cuenta que cuando empezó le decían que estaba ‘ponchi’ por dedicarse al tema de propiedad intelectual.
Actualmente, el 70% de sus clientes son nacionales. Para ser emprendedor se necesita primeramente preguntarse ¿qué aporta?, y por qué va a ser útil, aconsejó Arrocha a quienes deseen iniciar. Y como segundo punto, registrar las marcas, un punto primordial en el tema de economía creativa en el que las ideas son el principal rubro.
La juventud es una fuerza pujante, se tienen las ganas y la energía para cambiar las cosas, sin embargo, no se puede obviar una realidad y es que, a pesar de que el país ha crecido, existe una disparidad económica que repercute en las oportunidades. Por tal razón, emprender, darle vida a una idea es un sueño, que si para algunas personas que han tenido ciertas oportunidades ha sido complicado, para quienes están por debajo, resulta impensable. En este sentido, Davinia Uriely (Costéame) opinó que, “en Panamá se necesitan políticas culturales públicas serias que sirvan de plataforma y soporte para la creación artística y cultural en todas sus ramas, impulsar los talentos existentes y crear las bases para la formación de nuevos”.
Por otro lado, Mir Rodríguez, de Almanaque Azul, opinó que no se siente como “emprendedor”, pero está seguro de que hace falta “En Panamá gente que nos cuente sobre nuestra vida y nos ayude a entender lo que significa ser panameños, cómo funciona nuestra ciudad, sobre las distintas culturas que conviven en este espacio tan pequeño”.
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