- Salud
El no permitir que le introduzcan un aparato en el recto o la falta de información, podría estar llevando a la población de adultos jóvenes a ser propensos al cáncer de colon en el futuro.
- Ana Quinchoa
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- ana_cris07
La desinformación de la población sobre el cáncer de colon, el miedo y el machismo de someterse a una colonoscopia (examen para detectar anomalías en el colon, donde se inserta en el recto un tubo largo y flexible, conocido como colonoscopio), podría llevar a muchos a padecer de este mal a futuro.
“La colonoscopia no es un proceso agradable, pues, los pacientes deben tomarse el tiempo, y purgarse para ello. Lo otro es que existe el machismo, y hay personas que no quieren que les vean el trasero, ni mucho menos que se les introduzca algo en el recto”, reconoce el gastroenterólogo, Maximino Peña, quien además admite que el presupuesto no es para todos: el costo del procedimiento va desde los 800 a 1500 dólares en un centro privado.
Por las situaciones antes mencionadas, se considera que más adultos jóvenes podrían llegar a padecer un cáncer colorrectal, como también se le conoce, a pesar de que este problema es más común en personas con más de 55 años.
Solo en el año 2018, en Panamá, más de 700 personas padecieron de cáncer de colon, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afectando en un 90% a personas mayores de 50 años, y ocupando un tercer lugar en el listado de cáncer que padecen tanto hombres como mujeres en la población.
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Además, se estima que para el 2030, de acuerdo a investigaciones del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, los índices de cáncer de colon aumenten hasta un 90% en personas entre 20 a 34 años de edad, y un 28% a quienes tengan entre 35 a 49 años.
El gastroenterólogo explica que la primera colonoscopia se debe hacer a los 45 años, como medida de prevención, pero muchas veces, las personas que se lo realizan, es porque ya tienen síntomas: molestias abdominales, pérdida de peso, debilidad, anemia, entre otras, entonces, no lo hacen como prevención, sino para confirmar la enfermedad.
Este problema podría agravarse ahora más por la pandemia de la COVID-19, recuerda el Dr. Peña, porque en su caso, realizaba antes muchas más colonoscopias, mientras que ahora han bajado, y probablemente el paciente llegará con este mal más avanzado, debido a la crisis sanitaria. “Hay menos acceso a los procedimientos, las personas están enfermando, pero no se les presta la atención, porque solo se están enfocando en la COVID”, añade el especialista.
Enfermedad silenciosa
El padecimiento es considerado por muchos especialistas como una enfermedad silenciosa, porque inicia con una lesión o un pólipo (pequeño bulto) en el colon, que se pudo haber desarrollado por años sin que la persona se enterara, pues en su primera etapa no presenta síntomas.
Para que se convierta en un cáncer, debe haber pasado entre cinco a diez años de mutación, dice Aurelio Nuñez, especialista en coloproctología. Además, menciona que al ser una dolencia silenciosa, es realmente importante las campañas de prevención, donde informen a la población sobre el tema, y que expliquen desde qué edad inicia la afección, y que también puede ser hereditaria, ya que, por ejemplo: “si una persona es detectada con cáncer colorrectal a los 45 años, y si tiene hijos, quiere decir que ellos deberán realizarse su primera colonoscopia diez años antes de la edad de la persona que fue diagnosticada, en este caso, sería a los 35 años”.
Por otro lado, el experto menciona que es uno de los cánceres que se puede prevenir y curar si se detecta temprano: hasta un 100 por ciento. Hacer ejercicio de forma regular o al menos tres veces por semana, cuidar la alimentación y peso (las personas obesas tienen más riesgo de padecer esta afección), no fumar, evitar comer mucha carne roja y alimentos grasosos, y por último, una colonoscopia temprana, son algunas de las medidas de prevención que comparte Nuñez.
También existe otra medida de prevención económica, menciona el gastroenterólogo Peña, como la detección de sangre oculta en heces, el cual si sale positivo, entonces el paciente deberá pasar a realizarse una colonoscopia. Según él, este tipo de exámenes deberían aplicarse todos los años a las personas de más de 45 años, para evitar que más pacientes lleguen a un consultorio con la enfermedad avanzada.
Al mes, Peña diagnostica alrededor de dos a tres personas con cáncer de colon en su consultorio; números que para él son considerados altos. De hecho, recomienda a los panameños a dejar los prejuicios a un lado, y que se pongan en las manos de los médicos, que son quienes evalúan este tipo de tumores, y si tienen la accesibilidad de hacerse una colonoscopia temprana, que se la realicen, porque es una dolencia que si no se detecta a tiempo, puede cobrar una vida.
El cáncer colorrectal sigue siendo el cuarto cáncer más común en la región de las Américas, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y cada año se producen en la región más de 240 mil nuevos casos, y aproximadamente 112 mil muertes a causa de esta enfermedad.